La reina Sofía acuerda con su hijo la salida de la vida pública
Felipe VI le pide paciencia a la reina Sofía
La reina Sofía está lista para cerrar su última etapa como servidora de la Corona, pero quiere hacerlo con la cabeza alta y sin renunciar a esa vocación que ha marcado toda su existencia. Porque para ella, ser reina no ha sido un título, sino una forma de vivir, un compromiso que ha cumplido con discreción, incluso en los momentos en los que su vida personal se rompía en pedazos mientras sonreía en cada acto oficial.
De este modo, el Toisón de Oro que Felipe VI tiene previsto imponerle no es un gesto más en la agenda de Zarzuela. Para Sofía, será el sello de su despedida oficial de la vida pública, el cierre de un ciclo que ha durado más de medio siglo. Un broche de honor que ella misma ha pactado con su hijo, para dar un paso atrás con elegancia cuando llegue el momento.
Zarzuela tiene un plan claro para la reina Sofía
Y es que, según fuentes cercanas a la Casa Real, la reina Sofía ha acordado mantenerse vinculada a la Corona hasta que Leonor regrese definitivamente a España y la infanta Sofía se instale de forma estable en el país. Porque sabe que su marcha no puede dejar vacíos de representación y que su presencia sigue siendo necesaria en esos actos a los que Felipe y Letizia no siempre pueden acudir. Por eso, Sofía ha puesto su marcha en pausa hasta asegurarse de que sus nietas puedan asumir, con firmeza, los compromisos institucionales que la Casa Real necesita.
Ante esta situación, la imposición del Toisón de Oro marcará el momento exacto de su adiós. No será una despedida inmediata, pero sí un anuncio simbólico: la reina Sofía está lista para decir adiós a la vida pública, sabiendo que deja su legado en buenas manos y que, cuando Leonor vuelva, podrá retirarse en silencio, después de recibir los honores que merece. La emérita ha comprendido que su final está cada vez más cerca y que se aproxima el momento de apartarse para ceder todo el protagonismo a la nueva generación. Lo hará, además, a su manera: cumpliendo con su agenda hasta el último minuto, evitando cualquier protagonismo innecesario, y dejándose ver como lo que siempre ha querido ser, una reina al servicio de España, hasta el final.
Así pues, cuando veamos a Felipe VI imponiendo el Toisón de Oro a su madre, estaremos presenciando algo más que una imagen para la historia: será el inicio de la retirada de una reina que jamás quiso abandonar su puesto, pero que entiende que su ciclo ha llegado a su fin, mientras espera que Leonor regrese para recoger el testigo definitivo.