La infanta Sofía y Leonor despreciaron a su abuela, la reina Sofía, el viernes
Gestos y silencios que llamaron la atención en la ceremonia del Toisón de Oro
El pasado viernes, la reina Sofía recibió un emotivo homenaje con la entrega del Toisón de Oro, un momento que prometía ser un gesto de reconocimiento y afecto familiar. Sin embargo, lo que llamó la atención de muchos no fue solo la ceremonia en sí, sino la actitud de sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Durante el acto, ambas parecían distantes y desinteresadas, y su manera de comportarse y de vestir dejó entrever que para ellas aquel evento no tenía la relevancia que sí tenía para otros miembros de la familia.
El estilo de sus atuendos, más moderno y menos solemne de lo habitual, junto con la falta de gestos de cercanía hacia su abuela durante la ceremonia, fue interpretado por algunos como un signo de indiferencia. Mientras la reina Letizia mostraba su apoyo y atención, Leonor y Sofía mantenían una postura más neutra, fría y distante. Este contraste generó un debate sobre si las jóvenes estaban pasando por alto el significado del acto o si, simplemente, su manera de expresar respeto y cariño difiere de la tradicional.
Entre la interpretación y la realidad
A pesar de las apariencias, hay que ser cautelosos al juzgar lo que ocurre en el ámbito familiar, especialmente en un entorno tan protocolario como el de la Casa Real. Que Leonor y Sofía no demostraran una efusividad visible en público no necesariamente significa que no valoren a su abuela o que la despreciasen. Es posible que el gesto de presencia, el hecho de asistir al acto y mantenerse junto a la familia, sea su manera de rendir homenaje en un contexto formal donde la espontaneidad queda limitada.
Asimismo, los gestos posteriores a la ceremonia, más privados, habrían mostrado cierta cercanía y afecto que no se percibió desde fuera. La interpretación del público y de los medios se centra en lo que es visible, pero la verdadera relación entre abuela y nietas puede ser mucho más cálida y cercana de lo que se percibe en un breve acto oficial.
En definitiva, lo que para muchos se ha leído como un desprecio de Leonor y Sofía hacia la reina Sofía puede ser simplemente una cuestión de estilo, protocolo y percepción. La distancia mostrada durante la ceremonia no implica necesariamente frialdad emocional. La familia real se mueve entre la tradición y la modernidad, y los gestos de cariño pueden manifestarse de formas más sutiles de lo que el ojo público está acostumbrado a ver.