La infanta Sofía se niega a volver a vivir con su madre en Zarzuela

Ni Leonor y la infanta Sofía viven en Zarzuela, ambas hace tiempo que volaron del nido para comenzar una vida nueva lejos de su hogar. En este sentido, mientras que Leonor se está formando militarmente para ejercer, en su momento, de Reina de España, la infanta Sofía ha optado por la vía académica y se encuentra realizando el bachillerato internacional en Gales. Sin embargo, a pesar de encontrarse a varios miles de kilómetros de su madre, la realidad es que ni Leonor ni la infanta Sofía han sido capaces de librarse del control enfermizo al que las está sometiendo su madre.

En este sentido, tal y como hemos podido saber, Sofía comienza a hartarse de la actitud controladora que tiene su madre. La llama varias veces al día y mantiene contacto constante con su equipo de escoltas para saber qué hace y que deja de hacer en su día a día. En definitiva, no la deja vivir. Algo que ha hecho que Sofía comience a buscar alternativas para no tener que volver a vivir en Zarzuela.

Las personas más cercanas a la infanta Sofía aseguran que su madre solamente le genera estrés e intranquilidad. No soporta pasar tiempo con ella y cree que como más feliz puede ser es estando lo más alejada posible de las garras de una Letizia que, a pesar de que su única intención es proteger a sus hijas, ha logrado que se acaben hartando de ella y de su control.

La infanta Sofía ya tiene nuevo destino

Dado que no quiere volver a vivir en Zarzuela, la infanta Sofía ya tiene decidido el que será su nuevo destino una vez finalice su bachillerato en Gales. En este sentido, la hija menor de los Reyes de España quiere mudarse hasta los Estados Unidos, donde espera poder cursar una carrera universitaria en una universidad de primer nivel. Algo que seguro que no acaba de gustar a Letizia, que prefería que su hija se formara profesionalmente en España.

Así pues, el principal motivo por el que la infanta Sofía no quiere volver a Zarzuela, es la presencia de su madre, la cual ha logrado que su hija deteste profundamente compartir tiempo con ella por culpa del control enfermizo al que la somete.