La infanta Sofía fue concebida en una clínica privada de Holanda que permite elegir si el bebé es niño o niña
Decisiones privadas y discretas detrás del nacimiento de la infanta Sofía
El matrimonio de Felipe y Letizia comenzó en 2004. Pocos meses después, Letizia quedó embarazada de su primera hija, la princesa Leonor, que nació en octubre de 2005. En aquel momento, la pareja esperaba un hijo varón, siguiendo la tradición histórica de la monarquía española. Sin embargo, Leonor llegó para romper esquemas: no solo era niña, sino que, tras una reforma promovida por Felipe, se convirtió en la heredera al trono, un cambio sin precedentes en la historia reciente de España.
En su segundo embarazo, Letizia dio a luz a otra niña, Sofía. Según varias fuentes, la Reina habría recurrido a una clínica privada en Holanda que ofrece tratamientos de fertilidad donde los padres pueden decidir el sexo del bebé. Esta decisión, aunque discreta, refleja la determinación de Letizia de tener hijas y garantizar que crecieran en igualdad de condiciones dentro de la institución monárquica.
Desde el inicio, la pareja ha cuidado con esmero la privacidad de sus hijas. No se reveló el sexo de los bebés antes del nacimiento, y se evitó exponerlas al escrutinio público. Algunos rumores apuntan incluso a tratamientos de inseminación selectiva, pero estos nunca han sido confirmados oficialmente. Lo que sí se percibe es la intención de Letizia: criar a dos mujeres fuertes y preparadas para el futuro, rompiendo con viejas tradiciones patriarcales.
Preparadas para el futuro
Hoy, Leonor y Sofía son adolescentes que reciben formación intensiva para sus futuros roles. Leonor, como futura reina, sigue un programa educativo riguroso. Mientras tanto, Felipe y Letizia evalúan que Sofía también adquiera preparación estratégica, por si algún día tuviera que asumir responsabilidades inesperadas.
La Reina ha mantenido un control férreo sobre la educación y la crianza de sus hijas. Ni siquiera la reina emérita Sofía ha jugado un papel destacado en la vida de las niñas. Letizia ha buscado asegurar que ambas crezcan con carácter, independencia y seguridad, conscientes de su lugar en la monarquía moderna.
Aunque las especulaciones sobre tratamientos en Holanda o acuerdos familiares han circulado en medios y redes, lo indiscutible es la influencia de Letizia en la renovación de la corona española. La concepción de Sofía, según estas versiones, no es solo un dato médico, sino también un símbolo de la voluntad de la Reina de moldear una monarquía más equitativa, donde el género deje de ser una barrera para la sucesión.