La infanta Sofía está necesitando ayuda profesional por un complejo agravado por su madre
Los desafíos de crecer bajo el foco de la monarquía
La infanta Sofía siempre ha tenido un rol complicado dentro de la familia real. Nacer segunda tiene sus desventajas. Su hermana Leonor es la futura reina y acapara todas las miradas. Sofía lo sabe y lo siente. Su carácter dulce e inocente hace que destaque, pero eso no siempre es bien recibido en Palacio.
Su madre, la reina Letizia, parece preocuparse más por que Leonor brille. Así, Sofía termina en segundo plano. Un ejemplo claro es su altura. Es más alta que Leonor, y Letizia no soporta que nadie quede por encima de la heredera. Por eso, la infanta debe usar siempre zapatos planos en actos oficiales. No se trata solo de comodidad. Es un gesto que evidencia cómo Sofía debe “acomodarse” para no eclipsar a su hermana.
Recientemente, en sus primeras apariciones tras terminar el bachillerato, Sofía sorprendió a todos. Asistió a la audiencia anual con representantes de los Colegios del Mundo Unido y acompañó a los reyes en Marín. Sin embargo, incluso en estos momentos, su madre le quitó protagonismo. Le pidió que bajara los tacones y la corrigió públicamente por un pequeño error. Estas acciones, aunque parezcan menores, refuerzan en Sofía la sensación de que siempre debe mantenerse “en su lugar”.
La necesidad de apoyo profesional
Este trato constante ha empezado a afectar la autoestima de la infanta. Especialistas coinciden en que los niños y adolescentes expuestos a comparaciones constantes con un hermano pueden desarrollar complejos importantes. Sofía, además, está en un momento crucial: acaba de terminar su formación en el prestigioso internado UWC Atlantic College de Gales y todavía no ha definido su rol dentro de la institución.
A pesar de todo, la infanta es muy activa y participa en actos institucionales. Pero la presión familiar, el constante compararla con Leonor y la necesidad de no destacar le pasan factura. Psicólogos recomiendan apoyo profesional para ayudarla a manejar su inseguridad y reforzar su confianza. No se trata de cambiar su entorno, sino de darle herramientas para afrontar las exigencias de ser parte de la familia real sin perder su esencia.
El futuro de Sofía puede ser brillante. Tiene carisma, preparación y voluntad. Solo necesita sentirse valorada por quien más debería apoyarla: su familia. Con ayuda profesional, podría dejar atrás complejos y brillar con su propia luz, sin sentir que siempre debe estar un paso detrás.