La infanta Sofía es un lobo con piel de cordero: “Con cuatro primos no se habla, con una llegó a las manos”
Entre la distancia familiar y un carácter inesperado, la infanta Sofía inicia una nueva etapa lejos de España
La infanta Sofía acaba de cerrar una etapa en el UWC Atlantic College de Gales. El mismo internado donde estuvo su hermana Leonor. Felipe VI y Letizia quisieron que ambas vivieran experiencias parecidas. Nada de diferencias. Mismas oportunidades, mismo trato. Pero eso no ha hecho que Sofía crezca como una chica cualquiera.
Desde niñas, sus padres las alejaron de la familia paterna. Letizia no quería que se mezclaran con los Borbón. Los veía como mala influencia. Tampoco han cultivado grandes lazos con los familiares maternos. El resultado: soledad.
Sofía no estudia en España. No seguirá los pasos de Leonor, que probablemente irá a una universidad pública en Madrid. La benjamina opta por un doble grado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en el Forward College. Estudiará en Lisboa, París y Berlín. Siempre fuera. Siempre lejos de Zarzuela.
Carácter y distancias rotas
En palacio hay quien dice que Sofía es distinta a como se la pinta. Menos dulce, más temperamento. Un lobo con piel de cordero. Detrás de la sonrisa, un carácter que sorprende. Con cuatro primos no se habla, con una, llegaron a las manos.
Las relaciones familiares están rotas. Con Victoria Federica, Irene Urdangarin, Carla Vigo y Froilán no hay contacto. Ni mensajes, ni llamadas. Nada. Una fuente cercana asegura que es “odiosa” y que salta por cualquier cosa. La compara incluso con Letizia en su forma de reaccionar. La excusa oficial siempre fue la diferencia de edad. Pero no encaja. Leonor tiene la misma edad que Irene Urdangarin y se llevan de maravilla. En cambio, Sofía no entra en el círculo. Ni siquiera lo intenta.
A esto se suman sus inseguridades. Complejos físicos. El peso de ser “la segundona”. Un rol que no le gusta y que, según allegados, ha endurecido su carácter. Muchos creen que esa mezcla de frustración y distancia emocional la ha convertido en una persona difícil.
Sofía sigue su camino. Independiente, pero sin raíces afectivas sólidas. En su nueva etapa universitaria, volverá a estar lejos de todos. Incluso de su hermana. Su historia recuerda que la imagen pública muchas veces no coincide con la realidad. En el caso de Sofía, la dulzura que se ve en los actos oficiales podría ser solo una capa que esconde un temperamento mucho más fuerte.