La infanta Elena, totalmente rota al ser informada de que padece una enfermedad neurodegenerativa

A diferencia del resto de los Borbón, la infanta Elena nunca ha sido especialmente conocida por sus relaciones sentimentales. La hija mayor de Don Juan Carlos siempre ha sido la hija ideal para el emérito. Era muy cercana a la Casa Real, nunca se negó a seguir las instrucciones de su padre e incluso se casó con el tipo de hombre que se le había pedido desde Zarzuela. Sin embargo, más allá de todo esto, los sentimientos de la infanta Elena siempre han hecho que ame en silencio a un hombre, Luis Astolfi.

En este sentido, fue gracias a su pasión compartida por el mundo de la hípica, que la hija mayor de Juan Carlos I pudo conocer a Luis Astolfi. Uno de los más grandes jinetes de la historia de España. Sin embargo, no fue solamente su destreza enigma de un caballo lo que enamoró a Elena, sino que fue su personalidad y una forma de ser que dejó prendada a la infanta.

Sin embargo, las cosas nunca se dieron para que la infanta Elena pudiera comenzar una relación sentimental con un Luis Astolfi con el que llegó a mantener algunas relaciones íntimas antes de casarse con Jaime de Marichalar. Sin embargo, eso no pasó a mayores y acabaron siendo dos grandes amigos. A pesar de que, tal y como hemos podido saber, Elena nunca ha dejado de amar, en secreto, a Astolfi.

El diagnóstico de Luis Astolfi es preocupante

Según han revelado desde El Debate, los más recientes resultados médicos de Luis Astolfi son muy preocupantes. El gran amor de la infanta Elena ha sido diagnosticado con una enfermedad neurodegenerativa que amenaza con ir consumiendo la vida del jinete de forma lenta pero grave. Lo que ha llevado a la hija mayor de Juan Carlos I a estar muy preocupada por la evolución de Astolfi.

Así pues, después de los pésimos resultados médicos que ha recibido Luis Astolfi, todo apunta a que el futuro del jinete será especialmente complicado. Algo que ha dejado muy preocupada a la infanta Elena, que está viendo como la salud del amor de su vida va empeorando de forma inevitable.