La infanta Elena recibe una pensión por problemas detectados en la adolescencia

La infanta Elena siempre ha demostrado ser la hija más cercana a Juan Carlos I, es la más Borbón de su familia y así lo demuestra en su día a día, donde vive por y para su padre, quien ve en su hija mayor, su apoyo más grande en toda la familia. Pues, Felipe VI lo tiene absolutamente abandonado y la infanta Cristina ha desarrollado una vida alejada de Juan Carlos, al que ve de forma esporádica.

En este sentido, Elena tiene muchos motivos por los que estarle agradecida a su padre. Y es que, si no fuera por el Rey emérito, ni se imaginaría estar ingresando todo el dinero que gana actualmente. Pues, la infanta Elena está trabajando en la Fundación Mapfre, donde cobra unos 300.000 euros anuales, una cifra que la ha llevado a vivir rodeada de lujos y dando rienda suelta a su mayor adicción. Las compras.

Elena tiene un grave problema desde la adolescencia

La realidad es que tanto Juan Carlos I como la Reina Sofía siempre estuvieron realmente preocupados por los problemas de su hija mayor a la hora de gastar dinero. Y es que, si hay algo que se le da bien a la infanta Elena, es gastar el dinero que gana. Tan es así que, al igual que le pasaba de joven, sigue llegando a fin de mes sin un solo euro restante de su sueldo, pues se lo gasta todo en comprar por internet, cosas que no necesita.

Elena es una compradora compulsiva declarada, algo que ya demostró en su etapa como adolescente, cuando se quedaba despierta hasta altas horas de la madrugada comprando todo lo que salía en la teletienda. De hecho, llegó a ocultar su problema enviando todas sus compras a la casa de sus amigos, los hermanos Fuster, quienes recibían todas las compras que Elena realizaba a espaldas de sus padres y con el dinero que siempre le había dado. Y es que, si no se escondía, hubiera acabado en una clínica de desintoxicación. Así lo relataban en Socialité.

Así pues, lejos de haber cambiado de hábitos, la infanta Elena solamente los ha adaptado a estos nuevos tiempos. Pues, con la teletienda ya en peligro de extinción, la hija mayor de Juan Carlos I se dedica a despilfarrar su dinero en internet, donde se ha convertido en compradora compulsiva en Amazon, de donde le llegan paquetes diariamente.