La infanta Elena lleva 17 años sin acostarse con ningún hombre

Desde 2007, tras su separación de Jaime de Marichalar, la infanta Elena ha optado por una vida privada marcada por la discreción, sin relaciones sentimentales.

Desde el anuncio oficial en noviembre de 2007 del "cese de la convivencia matrimonial" entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar, la hija mayor del exrey Juan Carlos ha mantenido una vida privada caracterizada por la discreción y la reserva.

De acuerdo con revelaciones recientes de la periodista Pilar Eyre, esta etapa no solo ha representado el término de su matrimonio, sino también una falta total de vínculos amorosos. Eyre sostiene que, desde aquella separación, la infanta Elena no ha mantenido vínculos personales con ningún hombre, un hecho que ha provocado asombro y varias interpretaciones.

Una separación inesperada

La división de los duques de Lugo causó un terremoto en la Casa Real española en aquel instante. Elena y Jaime de Marichalar se casaron en 1995; sin embargo, su coexistencia empeoró con el transcurso del tiempo.

Pese a los esfuerzos por preservar la relación, particularmente después de la isquemia cerebral que experimentó Marichalar en 2001, la circunstancia demostró ser insostenible. Fue en ese momento cuando Zarzuela anunció oficialmente la separación, empleando un término que pronto se volvió popular: "termino de la coexistencia matrimonial".

Desde ese instante, las vidas de ambos siguieron rutas totalmente diferentes. Aunque Marichalar siguió viviendo en su apartamento del barrio de Salamanca, la infanta obtuvo una casa cerca del parque del Retiro, en Madrid. No obstante, lo que más sobresale es que, desde ese momento, la infanta Elena no ha tenido ninguna relación amorosa.

Pilar Eyre y sus revelaciones

En recientes declaraciones, Pilar Eyre ha revelado datos asombrosos acerca de este ámbito de la vida de la infanta Elena. De acuerdo con la periodista, la separación en 2007 significó una etapa decisiva no solo en su matrimonio, sino también en su vida amorosa: "Desde la terminación de la coexistencia, nada de nada", garantizó Eyre.

Esta declaración resalta la personalidad reservada de la infanta y su elección de centrar su vida en otras áreas, como la educación de sus dos hijos, Froilán y Victoria Federica. En contraste con su hermana, la infanta Cristina, que ha dado inicio a una nueva etapa después de su divorcio de Iñaki Urdangarin, Elena parece haber decidido llevar una vida sin peripecias amorosas.

En estos años, la infanta Elena ha conseguido mantener un perfil discreto, distanciándose de los medios y de la vida pública más allá de sus obligaciones institucionales. Esta postura ha provocado tanto respeto como rumores. Algunos ven su elección como una búsqueda de estabilidad personal después de la tumultuosa conclusión de su matrimonio; otros, como una elección deliberada para prevenir nuevas dificultades en su existencia.

Por lo tanto, la hija mayor del exrey Juan Carlos I y la reina Sofía ha edificado una vida serena y enfocada en su familia, transformándose en un modelo de cómo manejar las dificultades con dignidad y discreción. A 17 años de aquel "cese de coexistencia matrimonial", la infanta Elena sigue siendo un misterio intrigante en el seno de la realeza española. El hecho de que Elena no haya encontrado una conexión especial sigue siendo un misterio.