La infanta Cristina y Elena acuerdan con su hermano dónde será trasladado su padre el día de su muerte

El estado de salud de Juan Carlos I se ha convertido en un motivo de seria preocupación en Zarzuela, donde Felipe VI ya ha aceptado que, ante una situación crítica para el emérito, va a dar luz verde para que sea trasladado, de inmediato a España, donde ya tiene una residencia preparada en la urbanización de la Florida en las afueras de Madrid. Sin embargo, tanto la infanta Elena como Cristina ya han comenzado a estudiar, junto a su hermano el siguiente paso.

En este sentido, las dos hijas de Juan Carlos I ya conocen a la perfección como su padre quiere que sea su funeral. El emérito no se imagina algo diferente a lo que tuvo Isabel II de Inglaterra. Quiere un entierro de Estado y que se realice una gran ceremonia en su honor. Un plan que no es el favorito de Felipe VI, que prefería algo mucho más austero y que generara mucho menos ruido alrededor de la figura de Juan Carlos I y de Zarzuela.

Ante esta situación, a pesar de su plan inicial, Felipe VI habría aceptado, tras meses de negociaciones con Elena y Cristina, que el velatorio de Juan Carlos I esté ubicado en el Palacio Real, donde, tal y como hemos podido saber, se instalaría la capilla ardiente para el emérito para que todo aquel que quiera pueda darle un último adiós. Eso sí, en un espacio absolutamente privilegiado.

Juan Carlos I quiere algo más grande todavía

Por ahora, Felipe VI solamente ha accedido a que su padre sea velado en el Palacio Real, por lo demás todavía hay que debatir y negociar mucho. Y es que para cumplir el deseo de Juan Carlos I, de ser enterrado en El Escorial, hay que realizar obras de ampliación para que el cuerpo del emérito pueda caber en un espacio que ahora mismo está lleno. 

Así pues, Juan Carlos I ha visto como una parte de sus últimas voluntades ya están siendo tomadas en cuenta por parte de su hijo, un Felipe VI que está obligado a atender las peticiones de su padre, que tiene muy claro como quiere que sea su final.