La infanta Cristina tiene una hermana no reconocida con un 99,99% de probabilidad de ser hija de Juan Carlos I

Una prueba de ADN que pondría en jaque no solo a Cristina sino a sus hermanos y toda Casa Real.

 Llevarse el título de “El rey de las 5000 amantes” no es algo que pueda ganarse sin una que otra circunstancia no planificada. Es imposible creer que, con tantas mujeres en su haber, el rey Juan Carlos no haya dejado uno que otro cabo suelto. La vida lujuriosa que ha llevado el emérito no es un secreto para nadie, y más de una vez lo ha hecho estar en cientos de titulares por romances que durante mucho tiempo trato de esconder y que, se han hecho paso en medio de la sombra para salir a la luz. Lo más reciente y que Casa Real trata de ocultar a toda costa, es la existencia de una posible hija no reconocida, una hermana para las infantas Cristina y Elena, y por supuesto para el rey Felipe.

“Paola” es el nombre que debió ir acompañado del apellido Borbón si Juan Carlos I le hubiera reconocido. Paola es hija del primer amor del rey, Olghina de Robilant, con quien el ex monarca tenía una relación antes de casarse con Sofía. Ella era una periodista sin ningún vínculo con la realeza, de quien se dice, Don Juan Carlos estuvo profundamente enamorado pero, por sus orígenes plebeyos, su padre de opuso a la relación al punto de llevarla a su fin y casarlo con una mujer a la altura de su nobleza. Sofía de Grecia fue la elegida, de sangre real ydispuesta a vivir un matrimonio sin amor siempre que fuera por el deber. 

La traición del primer amor

Después de que Juan Carlos se casó con Sofía no se vio más con Olghina, pero un tiempo después ella lo buscó para revelarle un secreto que ponía en juego la vida, ajustada al deber, que estaba viviendo. Tenían una hija y su nombre era Paola. Según el libro Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes “El príncipe se volvió frío como un témpano de hielo y dijo: ‘Espero que no trates de endosármela”.

A raíz de este encuentro se dice que Oghina, decidió mantener la distancia y criar a su hija sola. Sin embargo, probablemente movida por el rencor, De Robilant revelo unas cartas que el mismo Juan Carlos le escriba, exponiendo la larga relación de 4 años que vivieron juntos. Se supo también, que con estas escrituras lo chantajeó por mucho tiempo hasta finalmente salieron a la luz, hecho que Casa Real que manejó con mucha discreción para no opacar más la reputación de la monarquía. De hecho, algunas fuentes revelaron que Zarzuela pago 8 millones de peses a la revista a cambio del siliencio.

Las consecuencias de una cuarta hermana para Cristina, Elena y Felipe

La tensión en Zarzuela debe ser bastante desde que esta noticia saliera a la luz y tomará vuelo con el pasar de los años. Ya Oghina demostró que no está dispuesta a guardar silencio, aunque de la hija no es mucho lo que se sabe. Una prueba de ADN que demostrará un 99.99 % de probabilidades de ser la hija de Juan Carlos I, podría generan un huracán de problemas en la realeza.

Y con todas las polémicas que han enfrentado en los últimos años, una hija proveniente del pasado del emérito, sólo complicaría más las cosas. Si Paola tuviera pruebas de que por sus venas corre sangre azul, mucho podría exigir. Para los hijos reconocidos de Juan Carlos I, esto sería mucho con lo que lidiar, teniendo que encausar la situación y tomar medias que protejan la corona de las posibles repercusiones que una cuarta hija representaría.