La infanta Cristina ordena a sus hijos abandonar Zarzuela de forma inmediata

La Zarzuela, residencia oficial del rey Felipe VI y de su familia, no puede actuar como hogar indefinido para otros miembros de la familia real.

La residencia de la Zarzuela ha dejado de ser hogar temporal para los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, marcando el fin de una etapa en la que la familia encontró refugio tras los difíciles momentos derivados del divorcio de sus padres. Según fuentes cercanas al entorno familiar, Cristina ha tomado la decisión de solicitar a sus hijos que abandonen la Zarzuela de forma inmediata, lo que refleja un esfuerzo por dar un paso más hacia la reorganización de sus vidas tras los turbulentos últimos años.

Desde que estalló el escándalo de corrupción que involucró a Iñaki Urdangarin y condujo a su condena, la familia ha experimentado una serie de cambios que han alterado su dinámica. Tras el divorcio oficial entre la infanta y el exjugador de balonmano, algunos de sus hijos, como Pablo y Miguel, recurrieron a la Zarzuela como residencia temporal mientras reordenaban sus proyectos personales y profesionales.

Sin embargo, la situación no estaba diseñada para prolongarse. La Zarzuela, residencia oficial del rey Felipe VI y de su familia, no puede actuar como hogar indefinido para otros miembros de la familia real, en particular cuando se trata de situaciones transitorias. La infanta Cristina, plenamente consciente de esto, ha adoptado una postura firme para evitar malentendidos sobre la naturaleza de la estancia de sus hijos en el recinto.

El futuro de los Urdangarin será estar separados

Fuentes cercanas a la familia aseguran que los hijos de Cristina han asumido con madurez la decisión y ya se encuentran instalados fuera de la Zarzuela. Pablo, quien continúa desarrollando su carrera como jugador profesional de balonmano, se ha trasladado definitivamente a Barcelona, donde juega para un importante club deportivo. Miguel, por su parte, ha optado por residir en un apartamento en Barcelona, cerca de sus compromisos académicos y laborales.

Los otros dos hermanos, Juan y la menor, Irene, también han encontrado su camino. Juan reside en Madrid, pero fuera de la Zarzuela, mientras que Irene, tras cumplir la mayoría de edad este año, ha comenzado estudios en el extranjero, siguiendo una tradición de educación internacional común en los miembros de la realeza.

Un nuevo capítulo para la vida de la infanta Cristina

Este movimiento también refleja el deseo de la infanta Cristina de dar un nuevo rumbo a su vida. La exduquesa de Palma ha optado por mantener un perfil bajo en los últimos meses, concentrándose en su actividad profesional y su vida privada lejos del foco mediático.

La decisión de pedir a sus hijos que abandonen la Zarzuela podría interpretarse como un esfuerzo por reafirmar la independencia de su núcleo familiar respecto a la Casa Real, permitiendo que sus hijos forjen sus caminos lejos de las comodidades y las presiones que implica el entorno palaciego.

Con esta medida, se cierra otro capítulo en la compleja relación de los Urdangarin y los Borbón con el corazón de la familia real española. Para muchos, este es un paso lógico hacia la normalización de la vida de una familia que durante años ha sido objeto de intenso escrutinio público.