La infanta Cristina, muy molesta con Letizia por el trato denigrante a Irene Urdangarin

Tensiones familiares que ponen en jaque la convivencia en el palacio

La tranquilidad en Zarzuela parece cosa del pasado. Los pasillos del palacio se han llenado de tensión y de miradas esquivas. El motivo de este malestar es Irene Urdangarin, quien, según cuentan, se ha convertido en el foco de una disputa que va mucho más allá de un simple roce familiar.

Un refugio complicado

Irene Urdangarin no atraviesa su mejor momento. Tras no ser admitida en la Universidad de Lausana el verano pasado, buscó apoyo y refugio en Madrid, instalándose bajo la protección de su abuela, la reina Sofía. Durante casi un año, la joven ha vivido en las dependencias del complejo real, un lugar que hasta entonces se mantenía como un espacio de calma y privacidad.

Sin embargo, no solo Irene se quedó allí. Miguel y Juan, sus hermanos, también pasaron largas temporadas en Zarzuela el verano de 2024, debido a varios contratiempos personales. Pero esta presencia prolongada no fue bien recibida por todos. La reina Letizia, con un mensaje firme y claro, dejó patente que el palacio no debía convertirse en una especie de “zona de recreo” para familiares con vidas complicadas. Sobre todo, porque las infantas Leonor y Sofía también residen en la residencia oficial durante esas fechas.

El enfrentamiento que lo cambió todo

La gota que colmó el vaso llegó en julio, justo antes del traslado habitual a Marivent. La reina Letizia tuvo un enfrentamiento directo con Irene Urdangarin. Según diversas fuentes, Irene apareció acompañada de su novio y varios amigos, accediendo sin permiso a zonas comunes del palacio. Letizia reaccionó, pidiendo respeto por las normas y el orden del lugar.

Irene no se quedó callada. Le recordó a Letizia que su presencia allí es gracias a su abuela, la reina Sofía, y que nadie puede echarla mientras la emérita le dé cobijo. El intercambio fue tenso, con un tono firme y casi desafiante que dejó a todos en Zarzuela sorprendidos.

Este choque ha provocado una fisura en el ambiente familiar. La infanta Cristina, madre de Irene, está especialmente molesta. No entiende que Letizia trate a su hija de forma tan rígida y, para ella, ese comportamiento roza lo denigrante. Por su parte, el rey Felipe VI intenta mediar para que esta disputa no afecte a la imagen pública ni a la institución, aunque el conflicto interno parece más complicado de resolver.