La infanta Cristina estaba enganchada a Iñaki Urdangarin porque era muy bueno en la cama

El ex duque de Palma presuntamente era muy fogoso en la intimidad

La relación entre la infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin fue, durante muchos años, uno de los pilares visibles de la familia real española. Su unión, que comenzó como una historia de amor de cuento de hadas, terminó marcada por una serie de acontecimientos que afectaron tanto su matrimonio como la percepción pública de ambos. Desde su boda en 1997 hasta su separación en 2022, su relación estuvo sujeta al escrutinio constante de los medios de comunicación, especialmente tras el escándalo del Caso Nóos, que sacudió a la Casa Real.

Cristina conoció a Urdangarin en 1996, cuando él era un exitoso jugador de balonmano y miembro de la selección española. Su romance capturó la atención de todos, pues parecía una relación idílica entre la hija menor de los reyes de España y un deportista destacado. En 1997, contrajeron matrimonio en Barcelona, en una ceremonia llena de pompa y simbolismo. Durante años, se les consideró una pareja ejemplar, con una vida en común que parecía estar centrada en su familia y en los compromisos institucionales. Pero una de las cosas que la infanta no supera de Iñaki Urdangarin es su forma fogosa de ser en la cama. 

La química sexual entre Iñaki Urdangarin y Cristina era la base de su relación 

De acuerdo con diversas fuentes cercanas al entorno de la pareja, uno de los aspectos que cimentó su vínculo fue la atracción física y la química que compartían. La infanta Cristina, descrita como una mujer reservada y con una vida profundamente estructurada en torno a sus deberes reales, habría encontrado en Urdangarin un contraste emocionante y apasionado. Este aspecto habría jugado un papel crucial en su apego emocional hacia él, generando una dependencia que, según algunos expertos, fue clave para que el matrimonio perdurara a pesar de las dificultades.

Iñaki Urdangarin, por su parte, se dice que era plenamente consciente de esta conexión y la utilizó a su favor. Su carisma, sumado a su papel como esposo de una infanta, le otorgó una posición privilegiada dentro de la familia real y la sociedad española. Aunque su relación atravesó etapas de amor sincero y unión familiar, las dinámicas de poder y la dependencia emocional de Cristina habrían permitido que Urdangarin mantuviera su influencia incluso cuando su vínculo sentimental parecía haberse debilitado.

Cristina e Iñaki Urdangarin tuvieron una relación envuelta en polémica 

La relación se deterioro a partir de 2010, la situación cambió radicalmente. El Caso Nóos, un escándalo de corrupción en el que Urdangarin fue acusado de malversación de fondos públicos, puso su relación en el ojo del huracán. La infanta Cristina también fue investigada por su presunta implicación, lo que generó una crisis sin precedentes para la monarquía española. Aunque finalmente fue absuelta, Urdangarin fue condenado a prisión en 2018.

Durante esos años de turbulencia, se especuló mucho sobre los motivos que llevaron a Cristina a mantener su apoyo público a Urdangarin a pesar de las acusaciones y la presión mediática. Algunos lo atribuyeron al amor y la lealtad que sentía hacia él, mientras que otros consideraron que se trataba de un intento de preservar la unidad familiar por el bien de sus cuatro hijos. Sin embargo, tras la salida de Iñaki Urdangarin de prisión y la publicación de fotografías de él con otra mujer, Ainhoa Armentia, la relación llegó a su fin.