La infanta Cristina acuerda con Iñaki Urdangarin que nunca cuente lo que pasó en Bidart

El delicado equilibrio entre el silencio y la verdad que amenaza con romperse

Los últimos años de la infanta Cristina no han sido nada fáciles. Su separación de Iñaki Urdangarin no solo dejó heridas emocionales, también un acuerdo económico incómodo. Aunque ya no están juntos, Cristina sigue manteniendo a su exmarido con una generosa pensión. Se estima que esta va desde los 25.000 hasta los 50.000 euros mensuales. ¿La razón de tal cifra? No solo es por mantener la paz. Es una especie de pacto de silencio.

El exduque de Palma sabe demasiado. Conoce secretos que podrían causar un terremoto en la Casa Real. Pero hay uno en particular que Cristina teme más que ninguno: lo que pasó en Bidart en el verano de 2021. Desde entonces, la infanta ha hecho todo lo posible para que Iñaki no lo cuente. Porque si lo hiciera, podría quedar muy mal parada ante la opinión pública.

El incidente que nunca debe salir a la luz

Bidart fue testigo de un episodio tan tenso como vergonzoso. Aunque en ese momento ya vivían vidas separadas, Cristina no aceptaba del todo la nueva realidad. En un impulso de celos, decidió ir a la localidad francesa donde veraneaba Iñaki con su nueva pareja, Ainhoa Armentia. Lo que ocurrió allí fue más propio de una serie dramática que de una figura de la realeza.

Al verlos juntos, Cristina perdió el control. Se enfrentó directamente a Ainhoa y, según se comenta, incluso llegaron a los empujones. Una escena nada digna para una infanta de España. Desde ese día, Cristina no ha dejado de presionar a Iñaki para que guarde silencio. Y él, consciente del poder de esa historia, la usa a su favor.

El silencio tiene un precio. Y ese precio, cada mes, lo paga la infanta. Así se mantiene el equilibrio. Al menos, por ahora. Porque mientras Iñaki siga sabiendo tanto, Cristina seguirá pagando para que Bidart no se convierta en el próximo escándalo real. Este pacto silencioso se ha convertido en una cuerda floja donde ambos caminan con cuidado; saben que un solo paso en falso o una palabra revelada podría romper años de discreción y desatar un escándalo que ninguno quiere enfrentar.