La Academia General del Aire de San Javier está trabajando en el problema que sufre Leonor

La heredera enfrenta un desafío inesperado durante su formación militar

La formación de la princesa Leonor en la Academia General del Aire de San Javier ha entrado en un momento complicado. Lo que parecía un entrenamiento exigente se ha convertido en un verdadero desafío personal. La heredera al trono, acostumbrada a seguir rutinas estrictas de dieta y ejercicio, se enfrenta ahora a un problema que va más allá de la fuerza física: sufre vértigo.

Fuentes cercanas aseguran que Leonor tiene miedo a las alturas. Cada vez que realiza ejercicios que implican despegar los pies del suelo, siente mareos y ansiedad. Lo que para otros cadetes es rutina, para ella se convierte en un momento difícil de controlar. Los nervios se disparan y mantener la calma resulta casi imposible. Este cuadro médico pone en jaque las exigencias de la formación militar, donde enfrentarse a vuelos y maniobras a gran altura es parte del día a día.

El problema no ha pasado desapercibido. La Casa Real y los mandos de la Academia están atentos y preocupados. Saben que el vértigo de la princesa no es solo un obstáculo físico, sino también un desafío emocional y psicológico. La meta oficial sigue siendo que Leonor complete su formación sin dificultades visibles. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y requiere soluciones específicas.

Estrategias y apoyo para superar el vértigo

El Ejército del Aire ya estudia distintas alternativas para ayudar a la princesa. Entre las opciones se encuentran entrenamientos adaptados y terapias que combinen control de ansiedad y fortalecimiento físico. El objetivo es que Leonor pueda enfrentarse a sus miedos sin que esto afecte su rendimiento ni la imagen de la institución que representa.

Este reto también pone a prueba a la propia Academia. Adaptar el programa a las necesidades de un cadete con vértigo exige paciencia y creatividad. No se trata de rebajar la exigencia, sino de encontrar formas seguras para que la princesa supere sus limitaciones. La intención es que continúe su formación de manera plena, pero con herramientas que le permitan afrontar los vuelos y maniobras con confianza.

Leonor, por su parte, enfrenta uno de los momentos más delicados de su vida. El vértigo no se soluciona solo con disciplina; requiere constancia, apoyo y mucho valor. En San Javier son conscientes: el éxito de la princesa dependerá de su capacidad para dominar el miedo y seguir adelante, y de la institución para acompañarla en cada paso del camino.