Juan Urdangarin y sus hermanos están preocupados por el trastorno que padece su padre

El entorno de Iñaki Urdangarin lo ve como una persona totalmente distinta

El paso de Iñaki Urdangarin por prisión no fue un proceso nada sencillo para el que fuera Duque de Palma. Después de estar cinco años y diez meses entre rejas, el exmarido de la infanta Cristina ha demostrado ser una persona absolutamente diferente después de todo el estrés y el sufrimiento por el que pasó durante su estancia en la cárcel de Brieva. Un tiempo que ha acabado pasando una seria factura al exduque de Palma que habría sido diagnosticado con un trastorno mental severo, provocado por todo lo que vivió mientras estaba cumpliendo condena en prisión.

En este sentido, todo el entorno de Iñaki Urdangarin vio que, desde el momento en que salió en libertad era un hombre completamente diferente. Estaba cambiado y absolutamente alejado de ese hombre perspicaz y con la capacidad de darse cuenta de todo al instante. Desde que salió de prisión su estabilidad emocional se tambaleaba como si de un flan se tratara y, no era raro ver a Iñaki con la mirada perdida o rompiendo a llorar a cada rato. No quedó ni rastro del hombre frío y fuerte que había entrado en prisión.

De hecho, nada más salir, Juan Urdangarin y todos sus hermanos, quedaron realmente impactados al ver a su padre, al que apenas pudieron reconocer. No por estar muy cambiado físicamente, que también, sino por tener una personalidad totalmente opuesta a la que tenía antes de ingresar a prisión.

Iñaki sigue acudiendo a terapia

La realidad es que, a pesar de que con el tiempo, Iñaki Urdangarin se ha ido recuperando poco a poco, el que fuera Duque de Palma sigue necesitando tratamiento psicológico de forma periódica. Y es que, el trastorno mental severo que padece, no es algo que se supere de la noche a la mañana, sino que necesita de un tratamiento vitalicio que asegure que el paciente pueda llevar una vida de calidad, a nivel psicológico.

Además, la fuerte creencia religiosa que desarrolló durante su paso por prisión, se ha acabado convirtiendo en un impedimento para que los médicos y todo su entorno pueda ayudar a Iñaki, pues, no son pocas las cosas que justifica con su fe religiosa.

Así pues, nada más salir de la prisión de Brieva, Juan Urdangarin y todos sus hermanos, quedaron profundamente afectados por el cambio que había sufrido su padre en la cárcel, la cual le provocó un trastorno mental severo que, con el tiempo y tratamiento de los especialistas ha permitido que Iñaki lleve una vida normal y feliz.