Juan Urdangarin ha estado ingresado en centros especializados por crisis severas

Juan ha atravesado episodios de bullying y ansiedad desde su adolescencia.

Juan Urdangarin, el hijo mayor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha enfrentado un camino marcado por desafíos emocionales que, en varios momentos de su vida, lo han llevado a necesitar atención especializada. Según fuentes cercanas a la familia, Juan ha atravesado episodios de bullying y ansiedad desde su adolescencia, lo que ha derivado en crisis severas que requirieron su ingreso en centros especializados para recibir tratamiento.

Desde pequeño, Juan Urdangarin ha vivido bajo la constante presión de pertenecer a una familia real, con la carga adicional de los escándalos públicos que han envuelto a su padre, Iñaki Urdangarin. Este entorno, combinado con una personalidad sensible, habría contribuido a su fragilidad emocional.

De acuerdo con allegados, Juan ha tenido dificultades para encontrar su lugar tanto en el ámbito familiar como en el personal. Su carácter introspectivo y su tendencia a evitar el protagonismo han contrastado con la notoriedad que acompaña a los miembros de su familia. Este conflicto interno, sumado al acoso escolar que sufrió en el pasado, alimentó problemas de autoestima y ansiedad desde temprana edad.

El impacto del bullying en su adolescencia

Uno de los episodios más delicados en la vida de Juan ocurrió durante su etapa escolar. Fuentes cercanas afirman que fue víctima de bullying por parte de compañeros que no dudaron en utilizar su apellido y la complicada situación legal de su padre como motivo de burla. Estas experiencias dejaron una marca profunda, alimentando sentimientos de inseguridad que más tarde evolucionaron en episodios de ansiedad severa.

Estos problemas habrían llevado a la familia a buscar ayuda profesional en varias ocasiones. Se sabe que Juan estuvo ingresado en centros especializados tanto en España como en el extranjero, donde recibió tratamiento psicológico y terapias para abordar su salud mental.

Crisis recientes y apoyo familiar

Aunque el joven ha intentado llevar una vida discreta y alejada de los focos, recientemente habría atravesado una nueva crisis emocional que lo llevó nuevamente a ingresar en un centro especializado. Según fuentes cercanas, este último episodio estuvo relacionado con su sensación de incertidumbre sobre el rumbo que desea dar a su vida. A sus 24 años, Juan aún busca un propósito claro, lo que, unido a su sensibilidad, lo hace especialmente vulnerable a las presiones externas.

La infanta Cristina ha sido un pilar fundamental en su proceso de recuperación. Pese a las tensiones familiares derivadas de su divorcio con Iñaki Urdangarin, Cristina ha mantenido una relación cercana con sus hijos y ha priorizado el bienestar de Juan en todo momento.

Mientras continúa su camino hacia la estabilidad emocional, Juan cuenta con el respaldo de su familia inmediata y especialistas que trabajan para ayudarlo a construir un futuro más sólido. Su historia también abre un debate necesario sobre los retos que enfrentan las figuras públicas, especialmente los jóvenes, al intentar encontrar su lugar en un mundo lleno de expectativas y juicios.