Juan Carlos I se mofaba de su hijo porque le gustaba bailar ballet
Al emérito nunca le gustó la forma de ser de su hijo
Es bien sabido que Felipe VI tiene bastante poco que ver con la forma de vida clásica de los Borbones. El hijo de Juan Carlos I ni tiene un especial gusto por las mujeres, ni disfruta yendo de caza, ni ha sido particularmente infiel a sus parejas. Es decir, todo lo contrario a su padre. Una situación que en más de una ocasión ha hecho que el que fuera Rey de España llegara a hacer burla de los gustos de su hijo, los cuales consideraba que no eran los propios de un hombre hecho y derecho como lo tiene que ser un Borbón. Felipe VI era mucho más delicado y sofisticado en ese aspecto.
En este sentido, mientras que Juan Carlos I tiene unos gustos artísticos muy marcados por lo clásico entre la sociedad de su época, a Felipe VI le gustaba un arte más propio, en aquel entonces, de las mujeres. Su gusto por el ballet, el claqué y la danza clásica le llegó de parte de su madre. Y es que la Reina Sofía siempre disfrutó mucho de este tipo de artes, algo que se le pegó a su hijo, un Felipe VI que, a pesar de que a su padrino le gustaba, disfrutaba mucho de los bailes de ballet, algo que para Juan Carlos I era para reírse.
Felipe VI nunca tuvo el favor de su padre
La realidad es que Felipe VI nunca lo tuvo especialmente fácil con su padre. Juan Carlos I esperaba que su hijo saliera a su imagen y semejanza. Sin embargo, la realidad acabó resultando muy diferente de lo que el emérito esperaba. Felipe VI salió mucho más parecido a su madre, con unos gustos refinados y muy alejado de las actitudes propias de los Borbones.
Juan Carlos I se reía mucho de los gustos de su hijo. Según él, eran afeminados e indignos de un hombre como lo debía ser él. Nunca se atrevió a prohibirle nada, pero con sus actitudes era suficiente como para hacer que Felipe VI se reprimiera cada vez más.
Así pues, ese gusto de Felipe VI por la danza, el cual le vino inculcado por su madre, acabó siendo motivo de burla para un Juan Carlos I que nunca sintió que Felipe VI fuera el hombre que él quería que fuera.