Juan Carlos I le ha pedido a su hijo que deje de hacerle la vida imposible a su amante
El exmonarca ha intervenido en las tensas relaciones familiares al pedirle a Felipe VI que acepte la relación con Marta Gayà, a pesar de las rencillas del pasado.
Desde la aparición de Marta Gayà, la emprendedora y amiga íntima de Juan Carlos I, la relación con la familia real española no ha sido pacífica. El personaje de Gayà, parecido al de Ainhoa Armentia para Iñaki Urdangarin, ha generado conflictos en los ámbitos familiares, en particular entre Felipe VI y su progenitor.
La situación ha agravado su tensión debido a la relación directa de Gayà con el exmonarca emérito, quien, pese a su retiro, continúa teniendo un impacto significativo en los temas internos de la familia.
Felipe VI, que siempre ha procurado mantener una imagen institucional, no percibe con buenos ojos a Marta Gayà, a la que ve como una figura que podría generar más conflictos de los que ya existen en el seno de la familia. De acuerdo con fuentes próximas, el monarca actual no solo ha demostrado indiferencia hacia ella, sino que ha ejercido presión para que sus hermanas, la infanta Elena y la infanta Cristina, sigan su comportamiento y no mantengan vínculos con la mujer que, de acuerdo con Felipe, ha generado conflicto para su madre, la reina Sofía.
El llamado de Juan Carlos I
Dentro de este conflicto, Juan Carlos I ha adoptado una actitud proactiva para tratar de mediar entre su hijo y su relación con Marta Gayà. De acuerdo con fuentes del Palacio de la Zarzuela, el monarca emérito ha solicitado a Felipe VI que deje de hacer a su amante la vida inviable y afronte la circunstancia con una postura más madura. Parece que Juan Carlos ha llegado a la conclusión de que su hijo debe comprender que su vínculo con Marta es un asunto personal y que, a pesar de que pueda resultar molesto para Felipe, no debería afectar la unidad de la familia verdadera.
Pese a los esfuerzos de su padre, Felipe VI persiste en su posición. Para él, el conflicto con Gayá no es meramente un asunto personal de su padre, sino una herida profunda que hace referencia al doloroso pasado de su familia. La deslealtad que su madre Sofía experimentó con el paso del tiempo, en especial las infidelidades de Juan Carlos I, persiste en su memoria, y la relación de Marta Gayà con su progenitor le resulta especialmente sensible. El cariño de Felipe VI hacia su madre es tan profundo que no está dispuesto a pasar por alto el perjuicio que, de acuerdo a él, Gayà ha infligido a Sofía.
La unidad de la familia frente a las adversidades
Aunque Juan Carlos I ejerce presión para que Felipe VI acepte la relación con Marta Gayà, la situación continúa siendo difícil. El conflicto familiar se ha agudizado por la fidelidad de Felipe hacia su madre, una mujer que ha padecido enormemente a través de los años las infidelidades de su exesposo.
Para Felipe, los vínculos familiares y la salud emocional de su madre continúan siendo el principal objetivo, incluso si esto conlleva mantener una actitud decidida ante las aspiraciones de su padre. Es ampliamente reconocido el amor entre Felipe VI y su madre Sofía, y este vínculo ha representado un respaldo constante en tiempos adversos para el monarca.