Juan Carlos I ha hablado con Iñaki Urdangarin para que deje en paz a la infanta Cristina

Este acuerdo entre Iñaki Urdangarin la infanta Cristina habría establecido un marco financiero para asegurar el bienestar de sus hijos en común.

En las últimas horas, han trascendido detalles de una conversación entre el rey emérito Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin, en la que el primero habría dejado clara su postura sobre el futuro vínculo económico y personal con el exduque de Palma. Según fuentes cercanas al periodista Juan Luis Galiacho, el monarca emérito habría transmitido, de manera directa y también a través de intermediarios, un mensaje contundente: no habrá más dinero ni tolerancia a chantajes, y cualquier incumplimiento del supuesto acuerdo alcanzado en Vigo podría traer consecuencias severas para Urdangarin.

El llamado "acuerdo de Vigo" es un pacto del que se tiene constancia extraoficial desde hace meses, tras el mediático divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Este acuerdo habría establecido un marco financiero para asegurar el bienestar de sus hijos en común, pero con la condición de que Urdangarin mantuviera un perfil bajo y cesara cualquier intento de presión económica o mediática sobre su exesposa o la familia real.

Sin embargo, recientes informaciones apuntan a que Urdangarin estaría exigiendo más dinero, lo que habría generado la reacción del rey emérito. Según Galiacho, Juan Carlos I, desde su residencia en Abu Dabi, habría tomado cartas en el asunto al considerar que las peticiones de Urdangarin no solo rompen los términos del acuerdo, sino que también son percibidas como un intento de chantaje.

Un mensaje claro y directo de Juan Carlos I a Iñaki Urdangarin

De acuerdo con las fuentes citadas, Juan Carlos I habría advertido a Urdangarin que cualquier intento de romper el acuerdo de Vigo podría resultarle contraproducente. "Si sigues por este camino, te quedarás sin nada", sería el mensaje transmitido por el emérito a través de personas cercanas a Urdangarin. Además, Juan Carlos habría dejado claro que no está dispuesto a ceder a presiones adicionales, marcando un límite firme respecto a las demandas económicas.

Esta postura refleja el agotamiento de la paciencia del monarca emérito, quien en los últimos años ha sido un apoyo importante para su hija, la infanta Cristina, tras la crisis matrimonial y mediática derivada de los casos judiciales que afectaron a Urdangarin. Sin embargo, el rey emérito parece decidido a proteger a su hija y evitar que la familia real vuelva a verse envuelta en escándalos públicos.

Todos intentan hacer sus vidas más tranquilas 

Aunque ni la Casa Real ni los involucrados han emitido comentarios oficiales, las tensiones entre Urdangarin y la familia Borbón han sido evidentes desde el inicio del proceso de divorcio. La infanta Cristina, quien sigue viviendo en Suiza, se ha mantenido alejada del foco mediático, pero su entorno cercano ha señalado en reiteradas ocasiones el deseo de ella por preservar la estabilidad familiar, especialmente en lo que respecta a sus hijos. Por su parte, Iñaki Urdangarin, tras cumplir condena por el caso Nóos, intenta rehacer su vida profesional y personal, aunque su imagen pública sigue siendo motivo de controversia.