Juan Carlos I empeora, los resultados de sus últimas pruebas médicas preparan a la familia para el desenlace

El rey pasará el resto de su vida en silla de ruedas.

Juan Carlos I, el rey emérito de España, tiene 86 años por lo que no es sorpresa que su estado de salud sea noticia o tema de conversación, en especial ahora que depende completamente de una silla de ruedas, una realidad que la Casa Real ha intentado mantener fuera del ojo público. Los últimos chequeos médicos confirman lo inevitable: su movilidad no tiene posibilidad de mejora. Hoy, los problemas de salud relacionados con sus caderas y rodillas, que han requerido múltiples intervenciones quirúrgicas, lo han dejado en una situación irreversible.

Los últimos resultados de su chequeo médico no traen buenas noticias, y la situación solo parece empeorar. Según fuentes cercanas, su estado de salud no tiene solución, y su destino parece ser pasar el resto de sus días inmóvil.

Los médicos ya han informado a sus hijos que el rey emérito probablemente pasará sus últimos días en una silla de ruedas y, más adelante, postrado en una cama debido a su avanzada edad. Sin embargo, esta no es la única preocupación que afecta a su familia. Felipe VI, junto con sus hermanas, las infantas Cristina y Elena, han mantenido reuniones privadas para discutir el estado de salud de su padre y evitar que la preocupación por la imagen de la corona trascienda a la opinión pública.

En estas reuniones familiares, un grupo de neurólogos ha evaluado a Juan Carlos y ha advertido que está comenzando a mostrar signos de demencia senil, algo que es comprensible dada su edad. Fue la infanta Elena quien primero notó algunos de sus despistes y lapsus de memoria. Este proceso de envejecimiento ha dejado al emérito profundamente triste, y su familia teme que caiga en una depresión, como ya le ocurrió cuando tuvo que exiliarse.

El esposo de Sofía ha visto cómo su cuerpo, en especial sus caderas y rodillas, han ido cediendo a múltiples intervenciones quirúrgicas, que si bien le dieron algo de movilidad por un tiempo, ya no son suficientes para sostenerlo.

Personas cercanas a Zarzuela han confirmado los rumores sobre su deterioro progresivo. Los médicos, incluidos el Dr. Eduardo Anitua y los especialistas del hospital La Tour de Ginebra, han sido claros: su movilidad seguirá empeorando, y no existe tratamiento que pueda revertir la situación. Después de recibir las malas noticias tras su último chequeo médico, el ‘campechano’ no tuvo más opción que informar a sus tres hijos, Elena, Cristina y Felipe, que el pronóstico no es favorable y deben estar preparados para lo que está por venir.

Juan Carlos no quiere aceptar su deterioro y se niega a estar en silla de ruedas

Su futuro inmediato pasa por usar una silla de ruedas de manera definitiva, algo a lo que el padre de Felipe se niega en rotundo. No quiere dar esa imagen de debilidad ni verse empujado por una persona como le sucedió a su hermana, Margarita de Borbón. A pesar de que su enfermedad es degenerativa, Juan Carlos intenta frenar en la medida de lo posible su deterioro y los dolores que sufre.

Felipe ve la posibilidad de que su padre Juan Carlos regrese a España 

Felipe se ha reunido con sus hermanas, Cristina y Elena, para valorar el futuro de su padre. Ellas creen que la mejor opción es que regrese a España para recibir el cuidado y la atención que necesita. Teniendo en cuenta que la salud de Juan Carlos ha empeorado, no ven bien que continúe viviendo en Abu Dabi. No obstante, la idea de que el emérito regrese no es del agrado de Felipe, aunque su nueva residencia no sea la Zarzuela. Le ha costado mucho reparar el daño que hizo a la imagen de la monarquía y no está dispuesto a poner en riesgo su esfuerzo.