Jesús Ortiz, el padre de Letizia, protagonizó una pelea a tortazo limpio con su suegro

Jesús Ortiz y Paco Rocasolano protagonizaron un violento episodio que eclipsó lo que se suponía sería el día más especial de Letizia.

El matrimonio de los reyes Felipe VI y Letizia ha estado plagado de rumores, tensiones y secretos familiares. Tras 20 años de matrimonio, un incidente olvidado ha resurgido para empañar la imagen de aquella boda real en la Catedral de la Almudena en 2004. Entre la lluvia y los desplantes de los reyes eméritos hacia Letizia y su familia, un escándalo se gestaba entre bambalinas: una pelea a golpes entre Jesús Ortiz, padre de la novia, y su entonces suegro, Paco Rocasolano.

Los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, nunca vieron con buenos ojos la entrada de Letizia Ortiz al exclusivo círculo de la monarquía. Plebeya, divorciada y con un abuelo taxista, representaba todo lo que temían para la Casa Real. El desprecio no solo se limitaba a Letizia, sino que se extendía a su familia. En especial a su padre, Jesús Ortiz, quien ya había protagonizado polémicas al abandonar a Paloma Rocasolano por una mujer más joven, Ana Togores. A pesar de las reticencias iniciales de los Borbón, Jesús fue invitado a la boda, pero bajo una condición humillante: su nueva pareja no podía asistir. Sin embargo, no dimensionaron adecuadamente la magnitud del conflicto entre Jesús y la familia Rocasolano, especialmente con Paco, el abuelo materno de Letizia, quien nunca llegó a perdonar a Jesús por haber abandonado a su hija.

El encontronazo: gritos, reproches y golpes

Durante la celebración, Paco Rocasolano, conocido por su carácter despreocupado y divertido, intentó disfrutar del evento bailando con miembros de la aristocracia europea, causando un revuelo que Letizia consideró vergonzoso. La reina pidió a su primo que apartara a su abuelo del foco, lo que enfureció a Paco, sintiéndose humillado y desplazado. 

Esa misma noche, en el hotel donde se hospedaban, el abuelo de Letizia se encontró cara a cara con Jesús Ortiz. Según fuentes cercanas, el enfrentamiento verbal subió rápidamente de tono. Paco, resentido, le reprochó a Jesús haber destruido la unidad familiar, mientras que Jesús, irritado por el desprecio hacia Ana Togores, no se quedó callado. “Se ve que hubo un encontronazo. Parece ser que incluso hubo puñetazos”, reveló Pilar Eyre. La situación escaló tan rápido que fue necesario intervenir para separar a los dos hombres. El daño, sin embargo, ya estaba hecho. La noticia del altercado se filtró rápidamente, alimentando las críticas hacia Letizia y su familia por parte de los sectores más conservadores de la realeza.

La prueba definitiva: cómo un incidente confirmó los temores de la Casa Real

La actitud de la familia de Letizia no pasó desapercibida para los entonces reyes de España, Juan Carlos I y Sofía. Su desprecio hacia los Ortiz y Rocasolano, a quienes consideraban una familia desestructurada y llena de conflictos, se intensificó tras el incidente. Para los Borbón, este episodio fue la prueba definitiva de sus temores sobre la familia de su futura nuera, a quienes veían como arribistas y maleducados.

A pesar de los años, esta pelea sigue siendo un ejemplo de las tensiones que rodearon a los actuales reyes desde su enlace. Para Felipe VI y Letizia, lo que debía ser el inicio de un cuento de hadas estuvo marcado por disputas y vergüenzas familiares que el tiempo no ha logrado borrar. 

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