Jacques y Gabrielle, hijos de Charlene y Alberto de Mónaco arrastran graves problemas escolares
Los pequeños Príncipes de Mónaco no están teniendo una vida escolar sencilla
La vida de Jacques y Gabrielle de Mónaco no está siendo tan fácil como se podría pensar de los hijos de Charlene de Mónaco y Alberto II. En este sentido, a sus diez años, no son pocas las preocupaciones que tiene que estar soportando constantemente. Pues, desde sus obligaciones escolares, hasta los compromisos institucionales que requieren que Jacques y Gabrielle tengan que viajar asiduamente y no puedan llevar la vida propia de unos niños de diez años, cuya única preocupación debería ser la de jugar y pasar el tiempo felices.
En este sentido, según han podido saber, fuentes muy cercanas a la Casa Real de Mónaco, en el centro escolar al que acuden Jacques y Gabrielle, hay gran preocupación por la evolución de ambos, a los que les estaría resultando complicado poder seguir el ritmo de sus compañeros de clase, los cuales, a diferencia de ellos, nacieron en una cuna de oro, pero no tienen que combinar su vida escolar con la presencia en actos oficiales que generan estrés y los alejan de una educación normal y óptima para unos niños de diez años.
Charlene quiere proteger a sus hijos de la vida pública
Si bien es cierto que Charlene de Mónaco, siempre se ha esforzado en mantener a Jacques y a Gabrielle, completamente alejados de la vida pública, la realidad es que para ellos no está siendo nada sencillo, el poder seguir el ritmo a sus compañeros. Una situación que ha provocado que hayan tenido que cambiar de colegio hasta en tres ocasiones debido a los cambios de residencia de Charlene y, en parte, por sus dificultades académicas.
Una situación para la cual, no parece que Charlene haya encontrado, por ahora, ninguna solución. Y es que, la Princesa de Mónaco, por mucho que se esfuerce en dar la mejor vida a sus hijos, no está siendo capaz de darles esa estabilidad para que puedan seguir su correcto desarrollo intelectual en Francia.
Alberto II sigue absolutamente ausente
Por su parte, Alberto de Mónaco sigue teniendo un papel absolutamente ausente en la vida de sus hijos, a los que apenas ha llegado a ver en estos últimos tiempos. Una ausencia que habría llegado al punto de afectar a Jacques y Gabrielle, los cuales saben quién es su padre, pero no saben casi nada de él.
Así pues, después de tantos problemas familiares desde el colegio de los pequeños Príncipes de Mónaco, comienza a destacar algunos problemas a la hora de seguir el ritmo de aprendizaje deseable para su edad.