Irene Urdangarin no quiere volver a Oxford

Después de su primer año, Irene quiere volver a España

El primer año de Irene Urdangarin en Inglaterra no salió tan bien como se esperaba. Lejos de aprovechar la gran oportunidad que supone el hecho de entrar a un centro de tanto prestigio como lo es la Universidad de Oxford, la hija menor de Iñaki Urdangarin y de la infanta Cristina, decidió echarlo todo por la borda para disfrutar de la noche de Londres y pasar por completo de las clases. De hecho, fuentes cercanas aseguran que llegaba a salir de jueves a domingo y se ausentaba de clase cada lunes porque no se aguantaba de pie por culpa del cansancio y de la resaca. Era un ritmo de vida insostenible que le costó perder un año de su vida, porque apenas pudo aprobar asignaturas.

Ante esta situación, la infanta Cristina y Juan Carlos I llegaron a la conclusión de que valía la pena pagar un año más de matrícula para darle una segunda oportunidad a la joven. Creían que en ese primer año siempre existe el riesgo de perder el norte y acabar más enfocado en la fiesta que en lo realmente importante, que son los estudios. Sin embargo, ni la propia Irene quería esa segunda oportunidad, ya que cree que su etapa en Inglaterra ha llegado a su final.

Irene quiere comenzar de nuevo en Madrid

Según cuentan fuentes cercanas a Irene, la joven ya no quiere volver a vivir en la fría ciudad de Oxford. Está harta del frío y de la lluvia constante. Necesita el buen clima de España y de su gente. Ahí se sintió sola y rodeada de gente que no la llenaba. Y en especial echó mucho de menos a su novio Juan Urquijo, del que está muy enamorada y con el que quiere comenzar a vivir de forma regular. Algo imposible si se tiene que ir a Oxford.

Fue por este motivo que trató de matricularse en una prestigiosa universidad de Madrid, pretendía venderle la moto a su madre de que en España sí que iba a ser capaz de estudiar y dar lo mejor de ella. Sin embargo, Cristina, que no se chupa el dedo, fue más que clara con su hija. Se va a ir a Oxford, quiera o no.

Así pues, ninguna de las excusas de Irene ha servido para que la infanta Cristina ceda en lo más mínimo. Cree que su hija quiere vivir la vida loca en la capital española y no se lo va a permitir esta vez.