Irene Urdangarin, bajo tratamiento por la adicción que se ha vuelto insostenible en Londres
La infanta Cristina está muy preocupada por los problemas de Irene Urdangarin
Después de pasar un año sabático en el que se dedicó a vivir la vida, Irene Urdangarin ha comenzado en Londres, una nueva vida como estudiante independiente en la Universidad de Oxford. Un plan que en un principio gustó mucho tanto a la infanta Cristina como a Juan Carlos I, que vieron como la menor del clan Urdangarin estaba comenzando a centrarse y se quería centrar en los estudios en una de las mejores universidades del mundo. Sin embargo, la realidad ha acabado siendo muy diferente a lo que se esperaban en Zarzuela. Pues, Irene ha perdido el norte en su nueva vida en Londres.
Según han desvelado fuentes cercanas a la Casa Real, Irene Urdangarin ya había tenido varios problemas con las compras mientras vivía en Madrid. La hija de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin disfruta como nadie de pasearse por las tiendas de las calles más exclusivas y lujosas de cada ciudad. Lo que la llevó a arrasar cada vez que paseaba por la calle Serrano de Madrid y ahora, cada vez que sale por Londres.
Y es que, tal y como hemos podido saber, cuando nadie la controla, Irene Urdangarin es incapaz de controlarse cuando sale de compras. Disfruta como nadie comprando bolsos de lujo y ropa de diseñador. Lo que la lleva a gastar miles de euros en una sola tarde. Lo que suele provocar que en cuestión de pocos días se gaste la asignación de 10.000 euros de parte de Juan Carlos I.
Irene ya está bajo tratamiento psicológico
La realidad es que Irene siempre ha tenido motivos por los que acudir a terapia psicológica. El complicado divorcio de sus padres, su posición social y ahora su adicción a las compras han obligado a la infanta Cristina a enviar a su hija menor a terapia psicológica, donde espera que sean capaces de enderezar el errático rumbo que ha tomado la vida de una Irene que en Londres ha recaído de su peor adicción.
Así pues, tras ver como se gastaba como si nada la asignación de 10.000 euros que le da su abuelo, la infanta Cristina no ha dudado en enviar a Irene Urdangarin al psicólogo, para que deje atrás un problema que podría acabar siendo muy grave.