Iñaki Urdangarin llega a un acuerdo de 1 millón de euros por sus memorias

Pase lo que pase, eso es lo que Iñaki quiere ingresar

Hace tiempo que sabemos que Iñaki Urdangarin vale más por lo que calla que por lo que ha llegado a contar. El que fuera Duque de Palma tiene a la Casa Real absolutamente aterrorizada con todos los secretos que conoce sobre lo que pasa y deja de pasar dentro de Zarzuela. Conoce los trapos sucios de Juan Carlos I, lo que hacía con la infanta Cristina y, por si fuera poco, también conoce todo lo que esconde la relación matrimonial entre Felipe VI y Letizia. Una serie de hechos que, si llega a revelar en unas memorias, como tiene pensado hacer, podría dinamitar la estabilidad de la Casa Real.

En este sentido, tal y como cuentan los periodistas, Laura Rodríguez, Javier Abad y Javier Bleda, Iñaki ya tiene escritas sus memorias. Según hemos sabido, se trata de un documento absolutamente incendiario en el que no se calla absolutamente nada y donde podría acabar con los Borbón en España, por culpa de unas revelaciones que solamente él sería capaz de hacer públicas. Eso sí, todo tiene un precio e Iñaki ya lo ha puesto.

Da igual quién pague, Iñaki solo quiere el dinero

La realidad es que a Iñaki Urdangarin le importa entre poco y nada todo lo que tenga que ver con el destino final de sus memorias. Él las ha escrito porque sabe que no podía ser un mejor negocio para él. Y es que, se vendan o no, él va a sacar el dinero que quiera. En este caso, según los periodistas citados, el precio de dichas memorias no bajaría del millón de euros. Un dinero que podría llegar de parte de una editorial o de parte de la Casa Real.

Urdangarin ya ha hecho saber a Zarzuela que, si no quieren que se publiquen sus memorias, lo tiene muy fácil. Le ponen un millón de euros encima de la mesa y ese libro no verá nunca la luz. Sin embargo, si una editorial se atreve a pagar y publica, él no se hace responsable de las consecuencias.

Así pues, Iñaki Urdangarin ya ha hecho sus memorias, las tiene escritas y ahora solo le falta poner la mano y esperar a que el dinero llegue a sus manos por su cuenta.