Iñaki Urdangarin ha esperado 24 años para vengarse de Letizia
Un enfrentamiento que lleva más de dos décadas gestándose y que ahora amenaza con estallar
Iñaki Urdangarin tendió la mano a Letizia cuando ésta se comprometió con Felipe VI. En aquel entonces, confiaba en que la pareja real aceptaría su unión con la infanta Cristina. Sin embargo, las cosas no fueron así. Cuando su familia atravesó uno de los momentos más duros, la Casa Real decidió alejarse por completo. Letizia, junto al rey Felipe, no ofrecieron apoyo alguno. Iñaki sintió que lo dejaron solo. Esa herida sigue abierta y no la ha olvidado.
Además, la relación entre Letizia y Pablo Urdangarin, su hijo, es tensa y fría. A Letizia le molesta que Pablo quiera hacerse famoso y alcanzar su propio éxito. Cree que su presencia en el deporte solo trae problemas. Y que Victoria Federica, apoyando a Pablo, solo aviva esa herida. Iñaki está convencido de que Letizia y Felipe están detrás de las dificultades que enfrenta su hijo.
La oportunidad de la venganza y el apoyo familiar
Pablo Urdangarin comenzó en el balonmano en el FC Barcelona, el mismo club donde su padre brilló. Sin embargo, decidió cambiar de equipo para buscar su propio camino, alejándose de la sombra de Iñaki. Ahora juega en el Granollers CB, un club más pequeño. Pero aún así, no consigue destacar. La selección española no lo llama y ni siquiera pudo participar en los Juegos Olímpicos. A Pablo no le permiten brillar en el foco mediático, y él lo sabe.
La familia Urdangarin se ha volcado con Pablo, menos la Casa Real. Este año, Pablo está nominado a premios deportivos y cuenta con el apoyo incondicional de su familia, especialmente de Victoria Federica, quien se posiciona con fuerza contra Letizia. Iñaki ve en esta nominación la oportunidad perfecta para vengarse. Tras 24 años esperando, está dispuesto a hacer lo que sea para que su hijo reciba el reconocimiento que le niegan y, de paso, para lanzar un mensaje claro a Letizia. La tensión en la corona española está más viva que nunca.