Froilán no quiere convivir con su padre en verano

Ya son dos años sin que Froilán y Jaime de Marichalar se vean

Tras pasar el resto del año encerrado en Abu Dabi, Froilán está disfrutando de sus vacaciones de verano en España. El hijo de la infanta Elena ha vuelto a Madrid para pasar, junto a los suyos, unos meses en los que sí que tiene el permiso de Felipe VI para estar en la capital española. Eso sí, siempre y cuando no se meta en problemas ni provoque ningún escándalo por su complicada forma de entender cómo debe comportarse. Sin embargo, lejos de vivir acompañado, Froilán ha preferido pasar estos días en un apartamento solo y sin tener la compañía de nadie. Mucho menos la de su padre.

Tal y como apuntan ciertas informaciones, Froilán y Jaime de Marichalar llevan más de dos años sin verse y su relación se ha roto por completo. En este sentido, tal y como hemos podido saber, el hijo de Elena y Jaime fue perdiendo, de forma paulatina, el contacto con su padre, hasta llegar a un punto en el que su relación se rompió por completo, haciendo que Froilán perdiera cualquier interés en verse o mantener una conversación con Jaime de Marichalar.

Froilán considera a su padre un desconocido

A pesar de que nunca lo abandonó a su suerte, Jaime de Marichalar tampoco fue lo que llamamos un padrazo. Sí que estuvo ahí en ciertos momentos, pero nunca dedicó especial atención a un Froilán que siempre sintió que la favorita era su hermana, Victoria Federica. Eso fue generando un resentimiento que ahora, a los 27 años, ha llevado a Froilán a no querer convivir con su padre en ningún momento ni de este verano ni de los que vienen.

El hijo de la infanta Elena considera que, tras más de dos años sin verse, ya no tiene ningún sentido acercarse a su padre. Si no se ha movido para verlo, él no tiene que hacerlo ahora. Da por acabado cualquier vínculo con Jaime de Marichalar y así se lo ha hecho saber a su entorno.

Así pues, la negativa de Froilán a la posibilidad de convivir con su padre en este verano demuestra que el joven no quiere ni ver a su padre, al que acusa de haberlo dejado abandonado.