Froilán, contra su tío, Felipe VI, animó a su abuelo a grabar el video

Un gesto inesperado del rey emérito reabre tensiones dentro de la familia real

El vídeo difundido por el rey emérito Juan Carlos I ha levantado un vendaval inesperado dentro de Casa Real. No solo por su contenido, en el que pide apoyo para el reinado de su hijo Felipe VI, sino porque se ha hecho público sin autorización ni conocimiento previo de Zarzuela. Según apuntan diferentes expertos, en palacio hay incomodidad. Se considera un gesto innecesario, fuera de lugar y que reabre tensiones que llevaban tiempo intentando mantenerse en silencio.

La periodista María Manjavacas ha explicado que nadie dentro de la institución entiende el objetivo del mensaje. Para muchos, se trata de una acción nacida del resentimiento del emérito por no haber sido invitado a los actos oficiales del 50 aniversario de la Monarquía en España. El vídeo coincide, además, con el lanzamiento de sus memorias, algo que ha alimentado la idea de que Juan Carlos I quería provocar ruido y, de paso, promocionarse. Todo esto sin comunicación previa, sin coordinación y sin intención alguna de cuidar la imagen de la institución que él mismo presidió durante décadas.

Pero la decisión no habría sido individual. Manjavacas señala que el rey emérito sigue apoyándose en su círculo íntimo, formado por amigos de confianza… y también por un familiar inesperado.

La influencia silenciosa de Froilán

En este círculo cercano aparece una figura que, hasta hace poco, era más conocida por sus polémicas que por su papel dentro de la familia: Froilán. El hijo de la infanta Elena se ha convertido en un aliado clave para su abuelo. Cuando su vida en España se desbordó entre titulares y malas compañías, fue Juan Carlos I quien lo acogió en Abu Dabi. Allí, el joven encontró estabilidad, un entorno más sano y un apoyo firme que le permitió reconducir su trayectoria.

Esa relación estrecha ha evolucionado hasta convertirse en un vínculo casi inseparable. Se ven con frecuencia, comparten planes y pasan largas temporadas juntos en la residencia del emérito. Varias fuentes afirman que Froilán fue uno de los que más animó a su abuelo a grabar el polémico vídeo, junto con Pedro Campos y otros amigos habituales de Sanxenxo. Incluso se especula con que la grabación pudo haberse realizado durante las regatas del pasado noviembre, donde ambos coincidieron.

Lo que sí parece claro es que Froilán, lejos de mantenerse al margen, ha asumido un rol inesperado: el de consejero y apoyo emocional de un abuelo que sigue buscando su espacio en la escena pública, aunque sus pasos no siempre gusten en Zarzuela.