Felipe VI y Letizia, de bronca en bronca después de vacaciones: gritos, improperios y palabras desagradables
Letizia está muy enfadada con Juan Carlos I
La imagen de armonía que los reyes de España muestran en público dista mucho de la realidad que se vive puertas adentro de Zarzuela. La relación entre Felipe VI y Letizia atraviesa un punto crítico, con desencuentros cada vez más sonoros y tensiones que estallan en gritos, reproches y palabras duras. Lo que antes eran simples fricciones hoy se ha convertido en una sucesión de broncas que no parece tener fin.
El último motivo de disputa ha sido el inesperado interés de Netflix en llevar a la pantalla la vida del rey emérito Juan Carlos I. La plataforma trabaja en un proyecto de seis episodios que recorrería los años de reinado entre 1975 y 2014, incluyendo no solo la parte institucional, sino también los episodios más oscuros: la famosa donación saudí de 100 millones de dólares, las regularizaciones fiscales de 2020 y 2021 y los escándalos financieros que marcaron el ocaso del monarca.
Felipe VI y Letizia no pueden estar en paz
De este modo, el proyecto amenaza con desatar un nuevo cisma familiar. Felipe VI, consciente del daño que una serie de ese calibre puede causar a la monarquía, ha lanzado un mensaje tajante a su padre: cualquier pacto con Netflix bloqueará de manera definitiva su regreso a España. Mientras tanto, Letizia presiona a su marido sin descanso. No se conforma con advertencias, quiere que actúe de inmediato y frene al emérito antes de que se filtren secretos que podrían afectar directamente a su propia figura.
Y es que la reina teme que detrás de la ficción se escondan revelaciones que podrían poner patas arriba la imagen de la institución y, sobre todo, la suya personal. Por eso cada negociación, cada rumor sobre el avance del proyecto, se convierte en el detonante de una nueva bronca con Felipe. Los enfrentamientos son tan intensos que, según se comenta, los gritos se escuchan más allá de los muros privados de palacio.
Así pues, lo que debería ser una pareja sólida al frente de la monarquía se tambalea bajo el peso de las presiones familiares y mediáticas. Las memorias de Juan Carlos I, sumadas ahora al interés de Netflix, han reabierto viejas heridas y destapado una verdad incómoda: la relación entre Felipe y Letizia está más desgastada que nunca, sostenida solo por la necesidad de aparentar unidad mientras, en la intimidad, todo se rompe a pedazos.