Felipe VI pide a su hermana que, bajo ningún concepto, salga a la luz lo que pasó en Suiza hace un año

La delicada situación en Suiza podría destapar secretos de la Casa Real y poner en jaque la reputación de la monarquía.

El monarca Felipe VI ha dado directrices precisas a su hermana, la infanta Cristina, con el fin de prevenir la divulgación de un sensible suceso vinculado a lo sucedido en Suiza hace un año. Este suceso, relacionado con los pactos económicos de su separación con Iñaki Urdangarin, podría provocar un sismo en los medios y perjudicar aún más la reputación de la monarquía española.

Un acuerdo secreto en Suiza

En diciembre de 2023, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin rubricaron su separación en un tribunal de Barcelona. A pesar de que ese acto marcó el final de su separación legal después de meses de conversaciones, no fue el único documento de importancia. Simultáneamente, en un notario suizo, ambos firmaron un pacto financiero privado. Este informe determinó que Urdangarin obtendría una remuneración mensual que varía entre 25.000 y 50.000 euros, de acuerdo con diversas fuentes. Esta condición fue establecida por el exduque de Palma para asegurar su silencio respecto a algunos secretos de la Casa Real.

No obstante, Urdangarin ha intensificado sus reclamos recientemente. Al considerar las crecientes necesidades económicas y el efecto de su circunstancia personal en su habilidad para producir ingresos, ha solicitado un incremento considerable en los pagos mensuales que recibe. Su presión se fundamenta en la amenaza de revelar datos delicados acerca de lo que verdaderamente ocurrió durante los años recientes de su matrimonio y, en particular, sobre sucesos acontecidos en Suiza. Este país desempeñó un papel crucial tanto en su separación como en la administración de ciertos fondos que podrían estar relacionados con cuentas opacas o movimientos financieros dudosos.

La estrategia de Felipe VI

El monarca Felipe VI, al tener en cuenta las potenciales consecuencias, ha emitido cartas sobre el tema. Fuentes próximas sostienen que ha solicitado a su hermana que en absoluto permita que este asunto se haga público. El rey tiene miedo de que las revelaciones puedan perjudicar no solo su prestigio personal, sino también la estabilidad de la institución que simboliza.

El monarca, que desde que ascendió al trono en 2014 ha tratado de alejarse de los escándalos que han tenido repercusiones en su familia, comprende que cualquier sugerencia de gestión incorrecta de fondos o acuerdos secretos podría desencadenar una crisis nunca antes vista. Por otro lado, Urdangarin parece estar preparado para usar sus cartas con ingenio. A pesar de que en la actualidad ejerce como asesor para una compañía del IBEX 35, vinculada de manera indirecta al contexto de Juan Carlos I, sus ingresos no se aproximan a los niveles que poseía previo a los escándalos que señalaron su descenso.

Este desbalance financiero le ha impulsado a buscar un aumento en la compensación acordada, empleando como medio de presión datos comprometedores acerca de la infanta Cristina y las situaciones en Suiza. El suceso suizo no solo representa un problema económico; también conlleva posibles consecuencias legales y de reputación. Si se revelaran los pormenores del pacto notarial o de los recursos implicados, podría desencadenarse una investigación a nivel internacional. Esto desafiaría a la monarquía y cuestionaría la narrativa de transparencia que Felipe VI ha procurado edificar durante su mandato.