Felipe VI participó en fiestas con señoritas con Federico de Dinamarca en una finca a las afueras de Madrid

Mientras los escándalos de la reina Letizia sobre sus días de juventud causan revuelo, ahora es Felipe VI quien está en el centro de la polémica. El rey de España, que siempre se ha mostrado reservado sobre su vida privada, enfrenta acusaciones que destapan un pasado lleno de encuentros privados y fiestas clandestinas que habrían tenido lugar en una finca aislada cerca de Madrid.

Pero lo que ha sorprendido a todos no es solo la participación del hijo de Juan Carlos I, sino también la de Federico X de Dinamarca, actual rey tras la abdicación de su madre, Margarita II. Según fuentes cercanas y artículos recientes, ambos compartieron noches que ni los más fiesteros de la realeza europea habrían imaginado.

La finca secreta en el pantano de San Juan: el escenario de las fiestas más exclusivas

De acuerdo con las revelaciones de Pilar Eyre, en una finca situada a 70 kilómetros de Madrid, cerca del emblemático pantano de San Juan, Felipe VI habría organizado fiestas dignas de las mejores películas de Hollywood. Este lugar, propiedad de un amigo cercano del rey, se convirtió en su refugio perfecto para escapar de las responsabilidades reales y disfrutar de un ambiente relajado, pero cargado de diversión y excesos.

La finca, rodeada de naturaleza y con acceso directo al pantano, era el lugar ideal para mantener las reuniones en secreto. Allí, modelos de renombre y mujeres influyentes de la época eran invitadas a disfrutar de estas exclusivas veladas. Pero el detalle más impactante es que estas escapadas no solo eran protagonizadas por Felipe VI, sino también por su gran amigo y compañero de juergas, Federico de Dinamarca.

Federico y Felipe: una dupla explosiva de juventud

Según las mismas revelaciones, el entonces príncipe Federico, quien también ha estado en el ojo del huracán por sus encuentros con la mexicana Genoveva Casanova, era uno de los asistentes habituales a estas fiestas, demostrando que su conexión con España iba más allá de las visitas oficiales. El actual monarca danés, conocido en su juventud por su estilo despreocupado y su carisma, habría formado una dupla inseparable con Felipe en estas escapadas. Los testimonios señalan que ambos compartían un espíritu aventurero y un gusto por la compañía femenina. En varias ocasiones, sus escoltas personales se vieron obligados a guardar silencio y garantizar que estos encuentros nunca llegaran a oídos de la opinión pública, algo que parece haber cambiado con el paso del tiempo.

Mientras hoy el pantano de San Juan es conocido como un destino popular para disfrutar de deportes acuáticos y días de playa, en el pasado fue el epicentro de estas fiestas privadas. Con más de 14 kilómetros de playas y una superficie de 650 hectáreas, este lugar se convirtió en el escondite perfecto para evitar las miradas indiscretas. Se dice que Federico X de Dinamarca y el rey Felipe VI aprovechaban la exclusividad del lugar para relajarse y vivir momentos alejados de las estrictas normas de la realeza. Sin embargo, lo que se vivió en esas noches hoy amenaza con salir a la luz, poniendo en jaque la imagen de ambos monarcas.