Felipe VI llamó a su padre después de ver el vídeo
Un mensaje inesperado del rey Juan Carlos desata tensión en la Casa Real y deja sin respuesta la llamada de Felipe VI.
La mañana se llenó de sorpresa cuando empezó a circular por redes sociales un vídeo del rey Juan Carlos publicado en YouTube. No era una entrevista ni un fragmento del libro Reconciliación, sino un mensaje institucional, grabado con un croma que mostraba una bandera ondeante, en el que el monarca emérito se dirigía directamente a los jóvenes españoles. Su tono, firme y pausado, buscaba apelar a una generación que, según él mismo explica, no vivió la Transición y quizá desconoce la historia reciente del país.
En el vídeo, de minuto y medio, Juan Carlos reivindica aquel momento histórico, recordando el esfuerzo colectivo que permitió transformar España. Habla de padres, abuelos y ciudadanos que “arriesgaron” y que hicieron posible un país que, como él afirma, “es lo que hoy es”. También menciona sus memorias, subrayando el trabajo personal que le ha supuesto redactarlas y la intención de ofrecer una versión directa, sin “distorsiones interesadas”, de los episodios que marcaron el rumbo político y social de las últimas décadas.
Sin embargo, en la Zarzuela nadie sabía nada. Fuentes oficiales reconocieron que desconocían por completo la existencia del vídeo y que solo supieron de él cuando ya corría como la pólvora. Una vez visto, lo calificaron de “inoportuno” e “innecesario”, sobre todo por su coincidencia con la inminente publicación de la edición en español de sus memorias. Aun así, desde el entorno del emérito se confirmó la autenticidad: el mensaje había sido grabado el pasado 30 de octubre en Vitoria, durante una visita médica, y guardado hasta ahora. Incluso se apunta a que podrían llegar más mensajes en los próximos días.
La llamada que nunca obtuvo respuesta
La sorpresa traspasó la esfera pública y llegó a la privada. Según fuentes, Felipe VI, tras ver el vídeo completo, decidió llamar personalmente a su padre. Quería hablar con él, entender por qué había difundido ese mensaje sin avisar a nadie y, quizá, comentarle el contenido, especialmente el tramo final donde le pide a los jóvenes que apoyen “el duro trabajo” del actual rey para unir a los españoles y mantener la relevancia internacional del país.
Pero la llamada no fue atendida. Juan Carlos, que se encontraba entre Portugal y Galicia según su agenda reciente, no respondió al teléfono. Ese silencio prolonga la distancia que desde hace años marca la relación entre ambos y añade un nuevo capítulo a una convivencia institucional llena de matices, gestos calculados y silencios significativos.
Mientras tanto, el vídeo sigue acumulando reproducciones y comentarios, y el eco del mensaje continúa generando debate. Una vez más, el emérito logra situarse en el centro de la conversación pública, consciente o no del alcance que sus palabras siguen teniendo.