Felipe VI amenaza a su padre con no volver a pisar España
El rey advierte a su padre sobre las condiciones de su regreso a España ante un polémico proyecto mediático
El rey Felipe VI ha dejado claro que la relación con su padre, Juan Carlos I, está lejos de ser tranquila. Según diversas fuentes, Felipe ha advertido al emérito que su regreso a España podría verse condicionado si concreta un acuerdo con Netflix. La plataforma audiovisual estaría interesada en producir una serie basada en la vida del rey emérito, al estilo de la famosa serie británica The Crown, con un contrato que rondaría los 20 millones de euros.
El objetivo del proyecto sería retratar su reinado, incluyendo los escándalos que han marcado su vida pública. Sin embargo, Felipe VI considera que cualquier exposición de este tipo podría dañar la imagen de la monarquía. Desde que ascendió al trono en 2014, el rey ha trabajado para distanciar la Corona de los episodios más polémicos del pasado. La Casa Real insiste en que cualquier iniciativa mediática que involucre a la familia debe contar con su aprobación.
El posible contrato ha despertado escepticismo y debate entre expertos y medios. Mientras algunos ven la oportunidad de humanizar al emérito, otros temen que la serie termine reforzando las críticas sobre la institución. La ausencia de colaboración directa de Juan Carlos I en el proyecto también genera dudas sobre la veracidad del contenido y su fidelidad a los hechos.
La monarquía por encima del dinero
La postura de Felipe VI refleja una prioridad clara: proteger la reputación de la Corona por encima de cualquier beneficio económico. La advertencia a su padre no solo apunta al contrato con Netflix, sino también a otros posibles eventos públicos, como la presentación de sus memorias en Madrid. Según se ha informado, el rey no estaría dispuesto a permitir que Juan Carlos I aparezca en persona en la capital española para promocionar un libro que podría generar polémica.
Este conflicto evidencia las complejas dinámicas familiares y políticas que siguen presentes en la Casa Real. La relación entre padre e hijo se mantiene tensa, y cada decisión mediática puede convertirse en un reflejo de esa distancia. Felipe VI deja claro que, para él, la imagen institucional es prioritaria, incluso frente a proyectos que podrían resultar lucrativos.
En definitiva, la situación es un recordatorio de que, en la monarquía española, los vínculos familiares no siempre se mezclan bien con los intereses públicos. La protección de la reputación de la Corona sigue siendo el principio rector, y cualquier iniciativa que pueda ponerla en riesgo queda sujeta al control del actual rey.