El Príncipe Harry usó una herencia de 20 millones de libras para regalar una isla privada a Meghan Markle
Los Duques de Sussex se compraron su propio destino vacacional privado
Recientemente, al cumplir los 40 años, el Príncipe Harry vio como una herencia de 20 millones de libras se le desbloqueaba. Ese dinero venía del fallecimiento de su bisabuela. Es decir, la madre de Isabel II, la cual fijó en 40 años, la edad en la que Harry recibiría su parte de herencia correspondiente. Un dinero que el Duque de Sussex, lejos de guardar, ya habría invertido para hacer un regalo más que majestuoso a su mujer.
Y es que, es tal, la fama y toda la gente a la que Meghan Markle y Harry de Sussex llegan a mover, que no pueden irse de vacaciones a ningún lugar del mundo sin ser reconocidos y ser perseguidos por paparazzis y otras personas que solamente quieren una foto. Una situación que, según fuentes cercanas llevó al límite a una Meghan Markle que tomó la decisión de no volver a ir de vacaciones, a no ser que su privacidad y la de sus hijos estuviera completamente protegida. Un aspecto en el que Harry de Sussex realizó una gran inversión, con la idea de satisfacer los deseos de su mujer.
Una compra que dilapidó toda la herencia
En este sentido, según han desvelado desde Estados Unidos, Harry habría decidido usar esos 20 millones de libras que ingresó en su 40º aniversario, en la compra de una lujosa y paradisíaca isla privada en el caribe. Un lugar recóndito en el mundo, donde, no solamente tendrían una playa y palmera, sino que también habrían edificado un lujoso complejo para que pudieran disfrutar de un auténtico paraíso privado para ellos y sin las molestias de nadie.
Un plan, el de Harry que le habría llegado a costar los 20 millones de libras que ingresó el pasado mes de septiembre y que ahora le servirán para poder irse de vacaciones en familia, siempre que lo desee. Pues, ya no hará falta pensar planes para evitar las multitudes y los flashes de las cámaras. Algo que llegó a incomodar mucho a Meghan, que quiere proteger, al máximo a sus hijos.
Un gasto que no gustó en Buckingham
Si bien es cierto que Harry ya no debe ninguna explicación a su familia, la realidad es que, según fuentes cercanas, en Buckingham no sentó nada bien que Harry gastara de golpe todo el dinero que le dejó su bisabuela, cuando en 1996 falleció. Una situación que, en especial, disgustó mucho a Carlos III.
Así pues, ante la falta de privacidad, Harry decidió invertir su herencia de 20 millones de libras para construirse su propio complejo privado en una isla propia alejada del resto del mundo.