El Príncipe Alberto vive con pánico a los secretos que conoce Charlene de Mónaco

Si Charlene habla, Alberto II puede caer al instante

A lo largo de los últimos tiempos, la figura de la Princesa Charlene de Mónaco se ha convertido en una de las más misteriosas dentro de la sangre azul europea. La esposa del Príncipe Alberto hace años que lucha contra una serie de problemas psicológicos que la han atormentado hasta el punto de llevarla a la adicción y al abuso de ciertos fármacos como ansiolíticos y somníferos. Lo que ha hecho que Charlene haya desaparecido en muchas ocasiones para preservar su privacidad y, según ciertas informaciones, para que no se la vea con un aspecto preocupante.

En este sentido, la gran mayoría de los problemas mentales que Charlene arrastra desde hace ya varios años, le vienen por todos los disgustos que le ha traído su tormentoso matrimonio con Alberto II. El Príncipe de Mónaco se ha convertido en el peor error que jamás pudo cometer una Charlene que todavía se arrepiente de haber dado el sí quiero ahora hace más de 14 años. Momento en el que sentenció su salud mental.

Fue a raíz de esa boda que comenzó un auténtico infierno para Charlene, que tuvo que soportar que su marido le fuera infiel con todo tipo de mujeres sin guardarle respeto alguno. Además, por si no fuera poco con el hecho de saber que su marido le ha estado siendo infiel de forma sistemática, Charlene es consciente de que nunca podrá habar ni salir de un matrimonio que solamente le hace daño.

Si Charlene habla, se lleva por delante a Alberto II

Sin embargo, ha sido gracias a toda la información que posee, que Charlene se ha podido librar, en cierto modo, de su dramática vida con el Príncipe Alberto. Y es que, tras amenazar con contar todos los secretos, ha podido abandonar su residencia en Mónaco, para vivir a su aire en la frontera con Francia. Todo gracias al miedo de Alberto II a que se conozcan todas sus verdades.

Así pues, a pesar de haberle arruinado la vida, Charlene sabe que ahora tiene la sartén por el mango y que podrá hacer y deshacer a su gusto con Alberto de Mónaco, que vive bajo la amenaza constante de que Charlene revele sus secretos mejor escondidos.