Compañeros de San Javier cuentan que Leonor fuma y bebe en exceso
Nuevos testimonios reavivan el debate sobre la conducta de la princesa durante su formación
La princesa Leonor vuelve a situarse en el centro de la conversación pública, y no precisamente por su papel institucional. Tras el eco mediático del incidente en Brasil y la viralización de sus fotografías en bikini durante su descanso en Uruguay, nuevos testimonios señalan que su comportamiento habría generado inquietud desde mucho antes. Esta vez, algunos compañeros de San Javier aseguran que Leonor fuma y bebe más de lo que cabría esperar de alguien con su rol, alimentando una polémica que, según ellos, no es nueva.
De acuerdo con varias voces que han compartido formación con la heredera, sus hábitos poco saludables no serían recientes. Ya durante su estancia en la Academia Militar de Zaragoza, etapa en la que cumplió la mayoría de edad y comenzó a vivir con mayor autonomía, algunos estudiantes afirmaban verla disfrutar con entusiasmo de las salidas nocturnas. Entre partidas improvisadas de beer pong, bebidas fuertes con limón y noches largas, Leonor habría ido construyendo, según quienes la conocieron de cerca, una reputación de joven “chisposa”, como muchos la describen.
La distancia física y emocional con el control cotidiano de su madre, la reina Letizia, habría contribuido a que la princesa se sintiera más libre para experimentar. Sin embargo, ese mismo margen de libertad podría haber desencadenado tensiones familiares, especialmente cuando sus hábitos trascendieron más allá de los muros de la academia.
De Zaragoza al Elcano: un patrón que inquieta
Con su paso a la Escuela Naval de Marín y posteriormente su embarque en el buque Juan Sebastián Elcano, se esperaba que las estrictas normas militares moderaran su conducta. Pero, según relatan algunos guardiamarinas, Leonor habría encontrado la manera de seguir manteniendo ciertos vicios. La describen fumando en la borda en diferentes momentos del día y aprovechando las escalas en puerto para consumir alcohol con regularidad, algo que habría generado preocupación entre mandos y compañeros.
Estas versiones contrastan con la imagen pública que la Casa Real intenta proyectar de una joven responsable, disciplinada y comprometida con su formación. No obstante, la sucesión de episodios, sumados a sus recientes momentos de ocio captados por la prensa, ha reavivado el debate sobre cuánto hay de rumor y cuánto de realidad en torno a la figura de la futura reina.
Mientras tanto, sus excompañeros insisten: lo que hoy se comenta habría empezado mucho antes. Y aunque ella sigue centrada en cumplir con sus obligaciones, la sombra de la polémica continúa persiguiéndola.