Charlene de Mónaco se ha hecho millonaria a cambio de ocultar que Alberto II se ha acostado con hombres

Una de las bases del Principado de Mónaco es que al frente siempre debe haber una pareja formada por un Príncipe y una Princesa que, mediante su descendencia aseguren la sucesión en el trono monegasco. Un plan más que establecido que hasta el momento no se ha incumplido. Pues, Alberto II y Charlene, aunque a regañadientes, han acabado siendo padres de Jacques y Gabrielle, los cuales dejan más que garantizada la continuidad del apellido Grimaldi al frente del Principado de Mónaco. Sin embargo, ese nunca fue el gran deseo de Alberto II.

Tal y como se han encargado de revelar desde medios franceses, el Príncipe Alberto nunca estuvo enamorado de Charlene. De hecho, la figura de la Princesa siempre ha sido usada para enmascarar y ocultar todo lo que Alberto II ha hecho en secreto. O al menos ha tratado de hacer en secreto durante toda su vida.

Y es que, usando el escudo que supone la presencia de Charlene, Alberto se habría estado acostando con todo tipo de personas a lo largo de los últimos años. Tanto es así, que algunas informaciones apuntan a que el Príncipe monegasco se ha estado acostando con hombres con el consentimiento de una Charlene que, a cambio de una buena suma de millones de euros, ha garantizado su silencio ante las infidelidades de Alberto.

Un secreto que Alberto II no puede permitir que se haga público

La realidad es que algo que para nosotros es tan normal, en el Principado no le es tanto. De este modo, si se llegara a conocer que Alberto de Mónaco se ha acostado con otros hombres, su figura al frente del Principado perdería mucha fuerza y todo el apoyo de la Iglesia, lo que lo obligaría a dejar el cargo. Es por este motivo que Charlene se ha hecho con un sueldo millonario a cambio de proteger la figura de su marido, que puede hacer lo que quiera mientras siga pagando.

Así pues, gracias a los secretos del Príncipe Alberto, Charlene de Mónaco ha sido capaz de convertirse en millonaria. Ya que su marido no se puede permitir que esos secretos salgan a la luz.