Charlene de Mónaco pasó seis meses sin ver a sus hijos, mientras se trataba de sus adicciones

La Princesa de Mónaco fue internada durante medio año por culpa de sus problemas con los fármacos

Hace ya varios años que Charlene de Mónaco está viviendo un auténtico infierno por culpa de su adicción a los fármacos. La Princesa monegasca nunca fue capaz de llevar bien su posición como máxima representante de Mónaco y, mucho menos, las infidelidades de su marido, un Alberto de Mónaco que nunca respetó un matrimonio que ha acabado haciendo mucho daño a la salud mental de Charlene, la cual, desde que en 2011 se casó con Alberto II arrastra graves problemas de adicciones a fármacos como ansiolíticos y somníferos.

Ante esta grave situación, en 2021, Alberto de Mónaco confirmó que su esposa tuvo que pasar unos meses fuera de la agenda pública por culpa de unos problemas que según él iban “más allá de lo físico”. Haciendo referencia a que Charlene estaba teniendo serios problemas psicológicos a la hora de sobrellevar su papel, tanto como Princesa, como esposa de un Alberto al que nunca le importó el bienestar de la sudafricana, a la que engañó sistemáticamente.

Charlene pasó seis meses sin su familia

En este sentido, varios años después de esa larga ausencia, fuentes cercanas a la Casa Real, han podido saber que, esa ausencia fue más allá de una desaparición de los actos oficiales, si no que también significó que Charlene de Mónaco abandonara a sus hijos, para irse, durante medio año, a un centro donde fue internada, con la intención de acabar, de una vez por todas, con su adicción a los ansiolíticos y somníferos.

Sin embargo, ni con un tratamiento de impacto como lo fue ese largo internamiento, Charlene fue capaz de salir de ese bucle de adicciones. La sudafricana, lejos de recuperarse, volvió a recaer de sus problemas, poco después de salir del centro. Algo que la hundió de nuevo.

La mejor terapia, alejarse de Alberto

Ante esta situación, el equipo de médicos de Charlene de Mónaco siempre le recomendó una opción. La de divorciarse del Príncipe Alberto, que, a la postre, se convirtió en el principal motivo de la mayoría de los males de una Charlene que, desde que conoció a su esposo, ha estado arrastrando graves problemas psicológicos.

Así pues, tras pasar seis meses lejos de su familia y de la actividad de la Casa Real de Mónaco, en 2021, Charlene sigue siendo incapaz de salir de ese infierno en el que se ha convertido una vida marcada por las adicciones.