Charlene de Mónaco confirma públicamente su ruptura con el Príncipe Alberto
Hasta ahora, la Princesa Charlene había disimulado su disgusto
A nadie se le escapa que el matrimonio entre Alberto de Mónaco y la Princesa Charlene está pasando por un muy mal momento. Y es que desde el primer momento en el que dejaron firmado su vínculo, la calidad de vida de Charlene ha estado bajo mínimos. Pues, a raíz de las incontables infidelidades por parte del Príncipe de Mónaco, que nunca ha guardado ningún tipo de respeto a su esposa, Charlene comenzó a desarrollar una serie de problemas de índole mental que la llevaron a desarrollar una preocupante adicción a los fármacos como somníferos y ansiolíticos.
En este mismo sentido, tal y como hemos ido viendo a lo largo los últimos años, Charlene ha tratado de disimular el fuerte disgusto que le produce el hecho de estar cerca de su marido, por el que siente absoluta repulsión. Sin embargo, parece que la sudafricana se ha hartado de disimular y ahora lo que muestra ya no es indiferencia o resignación, ahora muestra un claro disgusto y desinterés por su marido.
La Charlene más distante que hemos visto
En un reciente acto en las piscinas del estadio de Louis II, Charlene se mostró especialmente cercana y sonriente con los niños con los que podía hablar. Se la podía ver muy a gusto y encantada de formar parte de ese acto. Sin embargo, esa sonrisa sincera y de alegría, desapareció por completo cuando le tocó estar cerca de Alberto II. Charlene hizo que el ambiente pasara de ser distendido a ser alarmantemente tenso. No estaba cómoda al lado de Alberto y lo mostró al mundo. Algo nunca antes visto en el Principado de Mónaco.
Esta nueva actitud por parte de Charlene podría responder a una estrategia completamente diferente. Ya no quiere disimular ni actuar como si todo estuviera bien. Ella no es feliz al lado de un hombre como Alberto II y lo muestra sin miedo. Algo que si persiste, podría suponer un grave problema para el Principado de Mónaco, donde no se pueden permitir crisis de este tipo.
Así pues, harta de ser infeliz y de no poder hacerlo público, Charlene de Mónaco ha cambiado de estrategia, para comenzar a demostrar que odia convivir con su marido, Alberto II.