Casa Real tiene pánico a uno de los nombres en la lista de amantes de Felipe VI
Si habla, podría causar un gran incendio dentro de Casa Real


El Palacio de la Zarzuela vuelve a ser epicentro de un terremoto mediático que promete no dejar títere con cabeza. Esta vez no se trata de una maniobra política ni de un gesto desafortunado de la Reina Letizia, sino de un escándalo sentimental que conecta a dos generaciones de Borbones con la misma protagonista: una presentadora de televisión pública que durante años compartió algo más que palabras con Juan Carlos I… y con su hijo, el actual rey Felipe VI.
Y es que lo que hasta ahora parecía una leyenda urbana, finalmente ha comenzado a tomar cuerpo. Según revela el periodista Martín Bianchi en su libro Letizia Vetusta, el nombre de Anne Igartiburu —ícono televisivo y rostro habitual de TVE— vuelve a sonar con fuerza en los pasillos de Zarzuela. No por su trayectoria profesional ni por su imagen impecable en Nochevieja, sino por haber sido, presuntamente, amante del emérito y, tiempo después, del entonces príncipe de Asturias.
Un escándalo que no puede salir a la luz
La realidad es que nadie en Zarzuela esperaba que este episodio saliera a la luz. Menos aún en un momento de extrema fragilidad para la monarquía, con la popularidad por los suelos y una reina que vigila con firmeza los pasos del entorno del rey. Pero lo cierto es que, durante los años 90, mientras Felipe VI era el soltero más codiciado del país, mantuvo una relación discreta pero intensa con Anne. Una relación que, según algunas fuentes, se produjo después de que su propio padre ya hubiese compartido una historia íntima con la misma mujer.
De este modo, la sombra del emérito vuelve a planear sobre el actual monarca, que ha luchado con uñas y dientes por marcar distancia con el pasado de su progenitor. Sin embargo, la coincidencia sentimental —aunque haya sido en tiempos distintos— destapa un nuevo capítulo en la novela interminable de los Borbones, una familia donde el poder, el silencio y la pasión parecen escribirse en el mismo renglón.
Así pues, la pregunta no es si esta historia es verdad o leyenda, sino cuánto más está dispuesta a encubrir Zarzuela para proteger la imagen de Felipe VI. Porque lo que está claro es que, una vez más, el amor —o algo parecido— ha dejado a la monarquía al borde del abismo.