Casa Real no quiere enterrar a Juan Carlos I en la cripta de los reyes de El Escorial

La familia real enfrenta un dilema histórico sobre el lugar de descanso final del exmonarca.

El estado presente de Juan Carlos I ha puesto en duda tanto el protocolo para su funeral como su último sitio de reposo. A sus 86 años, su salud ha experimentado un notable deterioro y ha optado por terapias regenerativas para luchar contra el agotamiento físico. 

No obstante, el caso de Juan Carlos I ha generado una discusión. Después de su abdicación y los sucesivos escándalos que impactaron su reputación pública, la opción de que el exmonarca repose en compañía de otros soberanos ha generado controversia. 

El simbolismo de El Escorial

La cripta de los monarcas en el Monasterio de El Escorial se destaca como uno de los lugares con más simbolismo para la monarquía de España. Históricamente, ha servido como el último refugio para los monarcas y reinas de España, simbolizando la conexión entre la historia de la monarquía y el patrimonio nacional.

No solo se venera la memoria de los monarcas en el Monasterio de El Escorial, sino que su importancia está vinculada a la importancia histórica y al legado de la Casa de Borbón en España. No obstante, el prestigio de Juan Carlos I, un personaje crucial en la transición hacia la democracia pero recientemente objeto de críticas, representa un reto para Felipe VI, que busca consolidar la confianza en la institución monárquica en una sociedad cada vez más crítica.

La elección de no sepultar a Juan Carlos I en El Escorial podría interpretarse como un signo de distanciamiento de la Casa Real contemporánea frente a las polémicas pasadas, evidenciando el compromiso de Felipe VI de mantener la transparencia y la integridad de la institución. En su momento, la reina Sofía también había decidido que no sería sepultada en El Escorial, pues ella prefiere ser incinerada y que sus cenizas sean esparcidas en el Mar Egeo.

Desde que se exilió en Abu Dabi, Juan Carlos ha manifestado su anhelo de ser sepultado en el Monasterio de El Escorial, en el panteón de los monarcas, un lugar exclusivo para la élite española. No obstante, la cripta real está repleta, lo que forza a la Casa Real a explorar opciones distintas.

Alternativas posibles y retos futuros

Frente a la posibilidad de que Juan Carlos no termine siendo sepultado en El Escorial, se han evaluado dos opciones hasta los momentos. La primera sería la Catedral de La Almudena, un sitio reconocido de Madrid, que proporcionaría un lugar de reposo considerable, digno de un exmonarca. Mientras que la segunda opción sería establecer un espacio en el Palacio Real, donde podría situarse un lugar dedicado a su memoria, sin que necesariamente comparta el panteón con otros integrantes de la monarquía.

El futuro sitio de reposo de Juan Carlos I va más allá de una elección protocolar. Este hecho representaría un vigente proceso de modernización y adaptación de la monarquía. Felipe VI se topa con un reto que no solo engloba la memoria de su padre, sino también la obligación de garantizar la estabilidad y legitimidad de la institución para las generaciones venideras.