Casa Real esconde la aventura de dos semanas que ha tenido Letizia en África

La reina Letizia y Juan Carlos I comparten una polémica afición, lo que ha forzado a Zarzuela a tomar medidas para evitar escándalos.

Desde hace años, la Casa Real española ha trabajado incansablemente para modernizar la imagen de la monarquía y distanciarla de los escándalos del pasado. Con Letizia Ortiz como reina, los esfuerzos se han centrado en mostrar una Familia Real cercana y comprometida con el pueblo. Sin embargo, tras esa fachada cuidadosamente elaborada, surgen nuevas revelaciones que sacuden los cimientos del Palacio de la Zarzuela.

Una de las últimas polémicas apunta a un supuesto viaje secreto de Letizia a África, un episodio que la Casa Real habría intentado ocultar a toda costa. Según fuentes cercanas, la reina no viajó para realizar labores humanitarias ni para estrechar lazos diplomáticos, como dicta su agenda oficial, sino para disfrutar de una actividad que ha causado estupor en el entorno mediático: la caza.

El misterio del viaje a África: ¿vacaciones o polémica encubierta?

Aunque desde Zarzuela se apresuraron a desmentir cualquier irregularidad en las últimas escapadas de Letizia, diversas fuentes han revelado detalles inquietantes sobre su estancia de dos semanas en África. Según los informes, la esposa del rey Felipe VI habría participado en cacerías exclusivas organizadas en reservas privadas, un pasatiempo que, curiosamente, comparte con su suegro, el rey emérito Juan Carlos I.

Esta supuesta afición de Letizia no es nueva, aunque la Casa Real se ha esforzado por mantenerla en secreto. En palabras de la periodista Pilar Eyre, Letizia y Felipe VI “tienen armas porque Letizia le regaló una Purdey, al poco tiempo de estar casados. Es un arma, los que entiendan lo saben, para matar animales y se la regaló al cabo de dos o tres años de casados”. Y agregó: “son grandes cazadores, toda la familia caza. Incluso doña Letizia también caza”. Estas declaraciones solo refuerzan los rumores sobre su implicación en actividades cinegéticas, a pesar de la imagen de sensibilidad y modernidad que se esfuerza por proyectar.

Un nuevo golpe a la imagen de la reina Letizia

Lo más alarmante de este escándalo no es solo la participación de la reina en cacerías, sino el coste que estas actividades podrían haber tenido para los ciudadanos. Según el periodista Fonsi Loaiza, "6,5 millones de euros de dinero público han ido destinados a subvencionar a los cotos privados de caza de Abelló, Botín o los March. A esto los medios de comunicación no lo llaman ‘paguitas’. Los reyes Felipe VI y Letizia son uno de los aficionados al "deporte" de matar animales". Aparentemente, parte de este dinero habría cubierto los costos de estas excursiones privadas, que incluyen desplazamientos, alojamiento y permisos exclusivos para cazar especies protegidas.

Por otra parte, la reina Letizia ha tratado de ganarse el afecto del pueblo en los últimos años, mostrándose accesible y solidaria. Desde visitar a las víctimas de la DANA de Valencia hasta involucrarse activamente en iniciativas educativas, su agenda pública parece estar diseñada para fortalecer su imagen como una reina moderna. Sin embargo, estas revelaciones ponen en peligro esa percepción, ya que exponen nuevamente la doble moral de la monarquía. Mientras Letizia asiste a eventos oficiales hablando sobre sostenibilidad ambiental, su supuesta participación en actividades de caza muestra una desconexión con los valores que intenta representar.