Carlos III sube la apuesta contra Harry, o vuelve al Reino Unido o se queda sin nada

El regreso del Príncipe Harry se ha convertido en una cuestión clave

El distanciamiento entre el príncipe Harry y la familia real británica ya no es solo una grieta sentimental: se ha convertido en un conflicto de Estado dentro de los muros de Buckingham. Y en el centro de esa batalla, un padre que no está dispuesto a rendirse y un hijo que no piensa dar un paso atrás. Carlos III, cada vez más impaciente ante la negativa de su hijo menor a regresar al Reino Unido, ha decidido cruzar líneas que hasta ahora parecían inquebrantables.

La realidad es que el monarca lleva tiempo acariciando la idea de una reconciliación real, no solo por cuestiones familiares, sino también para cumplir una promesa íntima hecha a su madre, Isabel II, antes de su muerte: la de reconstruir la unidad de los Windsor. Pero el tiempo pasa, los gestos no llegan, y la tensión solo aumenta. Según fuentes cercanas al Palacio, Carlos ya no descarta una maniobra extrema para lograr su objetivo: retirarle a Harry su título de Duque de Sussex.

Harry todavía necesita el título de Duque de Sussex

Y es que el rey empieza a jugar con fuego. La amenaza de quitarle el ducado —hasta ahora símbolo del vínculo institucional entre Harry y la Corona— no es solo una medida de presión. Es un golpe de efecto que busca arrinconar al príncipe, forzándole a tomar una decisión definitiva. Pero no es lo único. También estaría sobre la mesa la posibilidad de excluirlo de su testamento, lo que supondría para Harry —y para sus hijos, Archie y Lilibet— perder el acceso a una fortuna millonaria y a una vida cómoda para él y para sus hijos. Algo a lo que no se quiere exponer.

De este modo, el pulso entre padre e hijo entra en una fase decisiva. Mientras Harry insiste públicamente en su deseo de tender puentes, sus actos siguen demostrando lo contrario. La distancia física y emocional con su familia crece, y la Casa Real ha dejado de esperar.

Así pues, Carlos III ha trazado una línea clara: si Harry quiere seguir siendo Duque de Sussex y asegurar el futuro de sus hijos, debe volver. Y no solo a casa. También al redil.