Carlos III reconoció que se casó con Camilla Parker Bowles por puro interés, temía reinar solo

La llegada de Carlos III al trono de Gran Bretaña supuso un impacto total en la forma de entender la monarquía inglesa, pues el nuevo monarca tuvo, en 2022, que hacer frente a la pérdida de una absoluta referente como los fue su madre Isabel II, la cual dejó en sus manos, el deber de mantener el honor y la fortaleza de la Realeza británica. Un objetivo que Carlos III ha tratado de cumplir mientras reina al lado de su esposa Camilla Parker Bowles, a la que muchos consideran que ha sido el amor de su vida.

Sin embargo, la realidad es que Carlos III no se casó con Camilla por convicción y por amor, sino que, según han desvelado fuentes cercanas, en esa boda había muchos más intereses de por medio que lo que se puede llamar amor y afecto, algo que habría reconocido el propio Rey Carlos III, a sus círculos más cercanos, confesando que su mayor miedo era el tener que enfrentar su llegad al trono como un hombre soltero, algo que en 2005 solucionó al casarse con Camilla Parker Bowles, a la que posteriormente hizo reina en 2022.

Una relación llena de infidelidades e intereses

Si bien es cierto que Carlos y Camilla mantuvieron una relación durante varias décadas, no eran pocas las fuentes que, en 2005 apuntaban que esa boda estaba más plagada de intereses. Y es que, mientras que siempre mantuvieron contacto, la realidad es que ni Carlos ni Camilla se mantuvieron fieles siempre. Más bien todo lo contrario, pues se acabaron encontrando y casando porque a los dos les interesaba dicha boda. Algo que habría reconocido el mismo Rey Carlos III, al que le daba pánico la posibilidad de reinar por su cuenta.

Cabe destacar, al menos, que Camilla llegó después de haber sido, durante muchos años, la amante secreta de un Carlos III con la que, a espaldas de Lady Di, mantuvo una infinidad de relaciones extramatrimoniales que, finalmente, acabaron llevando a pique su matrimonio con Lady Diana.

Camilla nunca fue bienvenida

Como ya os hemos ido contando, la llegada de Camilla Parker Bowles a Buckingham no fue especialmente bien recibida por los Príncipes Harry y Guillermo, que rápidamente se dieron cuenta de las verdaderas intenciones de una Camilla que nunca acabó de conectar ni con el resto de la familia real ni con el pueblo británico, donde siempre la vieron como un elemento extraño y alejado de la Realeza.