Carlos III lleva décadas pagando millones para ocultar hijos ilegítimos que tuvo a espaldas de Lady Di

El Rey Carlos III nunca ha reconocido tener hijos ilegítimos

La vida de Carlos III como Rey de Gran Bretaña o como Príncipe no ha estado exenta de escándalos. Más bien todo lo contrario. Pues, a pesar de que ahora parezca una figura ciertamente estable y alejada de escándalos, la realidad es que a lo largo de sus 76 años, no han sido pocas las decisiones que se podría, como mínimo, calificar de poco acertadas y dudosas y que, con el paso del tiempo van saliendo a la luz, complicando, cada vez más, el mantenimiento de su buena imagen pública.

En este sentido, por si no fuera poco el gran revuelo que se formó cuando se divorció de Lady Di, cuando se supo que le había sido infiel durante muchos con Camilla Parker Bowles, Carlos se pudo acabar librando de escándalos mayores relacionados con posibles hijos ilegítimos y no reconocidos públicamente, que hubieron puesto en jaque, incluso su llegada al trono, pues, Isabel II no lo hubiera permitido.

Carlos III lleva décadas pagando millones por el silencio de las madres

Ante esta situación, fuentes de Gran Bretaña aseguran que Carlos III se aseguró de cubrirse siempre muy bien las espaldas a la hora de no dejar que salieran a la luz las informaciones relativas a su vida extramatrimonial. En este sentido, no habrían sido pocas, las ocasiones en las que el actual monarca británico habría tenido descendencia a raíz de sus encuentros de cama con sus amantes, hecho que, supuestamente, dio lugar al nacimiento de varios hijos ilegítimos y de los que el gran público no sabe nada.

Para evitar escándalos y problemas, la decisión de Carlos siempre ha sido muy contundente. En primer lugar, nunca reconocer a dicho hijo y, a eso, sumarle pensiones millonarias a las mujeres a las que había dejado embarazadas. O lo que es lo mismo, compró el silencio de sus amantes, a cambio de millones de libras.

En Australia ya comienzan a sospechar

La realidad es que nunca nadie ha sido capaz de demostrar que su padre sea Carlos III. Sin embargo, en Australia, Simon Dorante-Ray asegura que su padre es el Rey de Inglaterra, pero la falta de pruebas y el poder de la Casa Real, fueron suficiente para evitar que dicho escándalo pudiera pasar a mayores.

Así pues, no habrían sido pocos los millones de libras que Carlos III ha invertido, durante décadas, para mantener en silencio a las madres de varios de sus hijos ilegítimos. Evitando así, que su imagen quedara para siempre manchada.