El Príncipe Harry asegura que no perdonará a Carlos III por los agravios
Camilla Parker Bowles rompió la familia por completo
El Príncipe Harry ha dejado claro a Carlos III que jamás lo perdonará. La relación entre padre e hijo está rota desde hace años, y todo apunta a que ya no hay vuelta atrás. El contacto entre ambos es prácticamente inexistente. De hecho, la única forma en la que Harry se entera de lo que ocurre en el seno de la Casa Real es a través de terceros, personas cercanas a Guillermo, o miembros del personal que, en la sombra, le trasladan información. Porque con su padre, ni llamadas, ni mensajes, ni siquiera encuentros discretos.
Y es que el distanciamiento entre Carlos III y su hijo menor no tiene que ver solo con la marcha de Harry a Estados Unidos junto a Meghan Markle, ni con sus explosivas entrevistas o la publicación de sus memorias. El verdadero punto de quiebre fue, según cuentan desde dentro, la irrupción definitiva de Camilla Parker Bowles en la vida oficial del monarca. Para Harry, aquello fue una traición.
Desde que era adolescente, el hijo menor de Carlos dejó claro que no quería ver a Camilla en Buckingham, y mucho menos casada con su padre. La consideraba una figura tóxica, manipuladora y responsable directa del sufrimiento de su madre, Diana de Gales. Pese a sus súplicas, Carlos siguió adelante con la relación, ignorando por completo los sentimientos de sus hijos. Una herida que, con el paso de los años, no solo no sanó, sino que se fue haciendo más profunda.

Carlos III puso a Camilla por delante de todo
Fuentes próximas a Harry aseguran que ya ha tomado una decisión firme: no perdonará a su padre. Cree que Carlos III eligió a Camilla por encima de su familia, y que su silencio durante años ante los ataques mediáticos sufridos por Meghan fue la gota que colmó el vaso.
Así, mientras Carlos III se enfrenta al final de su reinado y lucha contra una grave enfermedad, sabe que una de sus mayores derrotas es no haber sabido mantener cerca a su hijo menor. Y que, por más que intente tender puentes, Harry ya no está dispuesto a cruzarlos. Porque en esta historia, el perdón no forma parte del final.