Camilla Parker Bowles sigue abriendo dos botellas de vino tinto al día

Los médicos temen por las consecuencias del alcoholismo de Camilla

El carácter de Camilla Parker Bowles siempre ha estado marcado por una costumbre que no ha sabido abandonar: su estrecha relación con el vino. La Reina consorte mantiene desde hace décadas el hábito de abrir varias botellas a lo largo del día, de las cuales va bebiendo copas sin llegar a terminarlas del todo. Una rutina que, lejos de moderarse con el paso de los años, ha seguido formando parte de su vida cotidiana.

Y es que, pese a las insistentes advertencias de su equipo médico, Camilla no parece dispuesta a renunciar a aquello que considera un placer irrenunciable. Los especialistas le han recomendado en múltiples ocasiones reducir su consumo, especialmente ahora que su estado de salud requiere de cuidados extremos. Sin embargo, la respuesta de la consorte ha sido siempre la misma: seguir adelante con su estilo de vida sin ceder un solo milímetro a las presiones externas.

Camilla se niega a cambiar por nada ni nadie

La realidad es que ni los consejos de los médicos ni las súplicas de Carlos III y Guillermo de Gales han conseguido modificar esa costumbre. Tanto su marido como su hijastro han intentado convencerla de que el exceso de vino solo agrava su delicada situación, pero todos esos esfuerzos han chocado contra la firmeza de una mujer que defiende su independencia con uñas y dientes. Para Camilla, beber vino es una elección personal, no un problema a corregir.

De este modo, su entorno más cercano ha terminado por resignarse a una situación que genera incomodidad en palacio. Varios miembros del personal han llegado a sorprenderse por la naturalidad con la que la reina descorcha una botella tras otra, llenando su copa una y otra vez como si se tratara de agua. Su gusto por el vino ha traspasado el límite de lo social para convertirse en una seña de identidad que no oculta ni dentro ni fuera de los muros de Buckingham.

Así pues, la vida de Camilla Parker Bowles parece inseparable del vino. Desde su juventud, ha estado vinculada a este mundo hasta el punto de ostentar la presidencia de la Asociación de Viñedos del Reino Unido. Un cargo que refleja lo que ella misma siempre ha dicho sin necesidad de palabras: que su vida no se entiende sin una copa en la mano.