Amigos de Leonor explican su mayor problema: “Se pone colorada como un tomate”
Sus amigos cuentan cómo reacciona ante los halagos
Leonor ha culminado recientemente su formación militar a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. El pasado domingo llegó a Marín tras dos semanas de intensa actividad en la fragata Blas de Lezo. El reencuentro con sus compañeros y, sobre todo, con su pareja, un joven guardiamarina de 20 años, fue muy emotivo. Juntos han recorrido parte de Latinoamérica durante su formación, un viaje que la princesa recuerda con cariño por la dureza del entrenamiento y, también, por el amor que ha encontrado.
La relación entre ambos comenzó en la Escuela Naval de Marín, y desde entonces han compartido momentos muy especiales. En octubre se les vio juntos en un bar de Pontevedra disfrutando de un partido de fútbol. Más adelante, en Brasil, fueron fotografiados en una fiesta previa al carnaval, e incluso en las imágenes de Leonor en bikini, él estaba a su lado. La princesa y su novio han conseguido mantener su vínculo pese a la presión de la vida pública y a la estricta seguridad que siempre les acompaña.
Un encanto que le trae problemas
A pesar de su timidez, Leonor no pasa desapercibida. Sus compañeros aseguran que se pone colorada como un tomate cada vez que alguien le hace un cumplido. Ella no busca llamar la atención ni ligar; al contrario, se siente incómoda cuando recibe elogios. Su pareja, consciente del éxito que tiene entre los hombres, ha mostrado celos en más de una ocasión.
No es la primera vez que Leonor genera interés romántico: a lo largo de los años, se le han atribuido relaciones con un compañero de internado en Gales y, actualmente, con el guardiamarina con quien comparte su día a día. Aunque su vida sentimental está muy vigilada, eso no ha impedido que muchos hombres se sientan atraídos por ella. La princesa combina belleza, discreción y una naturalidad que la hacen especialmente querida. Sin embargo, su timidez y la presión de ser futura reina hacen que incluso los cumplidos más sencillos la pongan en evidencia.
Leonor navega entre la exigencia de su formación militar y la atención constante que le rodea. Su éxito no solo es académico o personal, sino también humano: sabe manejarse con humildad y ternura en un entorno donde cualquier gesto se amplifica. Sus amigos coinciden: es encantadora, pero ponerse roja es su pequeño gran problema.